Geoffrey Smith
Investing.com - Las acciones de las líneas aéreas de Europa protagonizan otro estropicio al comienzo de la jornada de negociación de este lunes después de que la aerolínea abanderada de Alemania Lufthansa emitiera la última —y sin duda la más grave—de una ristra de advertencias sobre los beneficios del sector en las últimas semanas.
A las 10:30 horas (CET), las acciones de Lufthansa (DE:LHAG) se dejan más de un 12%, después de que la empresa dijera que su filial de Eurowings perderá dinero este año como consecuencia de un persistente exceso de capacidad y de la feroz competencia en el sector de bajo coste. También ha dicho que sus operaciones de carga serán menos rentables de lo que se pensaba. Incluso los ingresos de la unidad de su marca principal Luthansa, con vuelos de largo recorrido más aislados, se espera que desciendan en el año fiscal "un bajo porcentaje de un solo dígito". En consecuencia, ha reducido sus planes de expansión en esa zona y ahora cree que la capacidad de expansión no será más que "marginal" durante la próxima temporada de invierno.
Para echar más sal a la herida, la aerolínea ubicada en Fráncfort ha dicho que también reservará 340 millones de euros para cubrir una posible factura tributaria que se remonta a los últimos 18 años.
La noticia impulsó otra revaluación general del sector: los competidores de bajo coste sufrieron sobre todo a causa de EasyJet (LON:EZJ), que se ha dejado un 3,7%, Wizz Air (LON:WIZZ), que baja un 2,6%, y Ryanair Holdings PLC (LON:RYA), que retrocede un 3,6%, aunque Air France KLM (PA:AIRF) también desciende un 3,5% e International Airlines Group (LON:ICAG), sociedad matriz de British Airways e Iberia, se deja un 2,8%.
Todos han ofrecido una pobre actuación en el índice de referencia Euro Stoxx 600, que se mantiene sin cambios en la práctica en 378,92 puntos. El Dax de Alemania se deja menos de un 0,1%, mientras que el FTSE del Reino Unido sube una cantidad discreta similar al comienzo de una semana acaparada por algunas reuniones importantes de bancos centrales.
La factura tributaria de Lufthansa ha añadido un elemento sorpresa a un relato dramático que de otro modo sería muy predecible: los costes de Eurowings también han sido mayores de lo previsto y la empresa dijo que daría a conocer más medidas de reducción de costes "pronto"; los costes del combustible han subido en consonancia con los precios del petróleo —Lufthansa espera ahora que la factura de combustible del grupo en el actual año fiscal ascenderá a 550 millones de euros más de lo estimado previamente; y la economía europea se ha visto debilitada (el Bundesbank alemán ha rebajado este mes sus previsiones para 2019 en Alemania, el mercado de origen de Lufthansa, hasta sólo un 0,6%).
La ralentización económica está haciéndoles pagar muy caro a las aerolíneas europeas de recorridos cortos el haber desperdiciado una oportunidad de oro para eliminar el exceso de capacidad del mercado en 2017, cuando Air Berlin se vino abajo. En cambio, en un ataque colectivo de exceso de confianza, se ha producido una lucha indigna por la cuota de mercado, en la que Lufthansa ha sido uno de los mayores culpables, comprando la mayoría de las operaciones de Air Berlin por un precio reducido de 210 millones de euros.
Las consecuencias ahora son claras para todos: el índice STOXX Europe Total Market Airlines ha bajado un 13% en lo que va de año, más que cualquiera de los principales índices del sector.