Geoffrey Smith
Investing.com - Nada en los mercados bursátiles europeos indica "melt-up" (situación en la que una gran cantidad de dinero se invierte en acciones en un corto período de tiempo) para entender el repunte que está teniendo Banca Monte dei Paschi di Siena SpA (MI:BMPS).
Durante mucho tiempo, el banco más antiguo del mundo ha sido sinónimo de todos los males que afligen a sector financiero de Europa, desde los préstamos incobrables al mal gobierno pasando por una inapropiadamente liviana supervisión y un riesgo del país concentrado.
Durante los dos últimos años, ha luchado con uñas y dientes por mantenerse a flote después de que la Comisión Europea permitiera un rescate estatal por valor de más de 8.000 millones de euros.
Desde entonces, todo avance para reducir su problema de deuda incobrable se ha visto eclipsado por el gran aumento del riesgo soberano de Italia, pues el Gobierno de coalición populista pone al país rumbo a una colisión con Bruselas y el Banco Central Europeo con su disparatada propuesta presupuestaria que amenazaba con incumplir las normas comunitarias.
Pero en las últimas semanas, se han alineado los planetas: el entorno macroeconómico ha mejorado después de que China y Estados Unidos declararan una tregua en su guerra comercial, el Banco Central Europeo está más cerca de relajar la política monetaria y —lo más importante— la Comisión Europea ha retirado esta semana su amenaza de iniciar un "procedimiento de déficit excesivo" contra Italia. El banco, mientras tanto, ha completado la securitización de unos 2.500 millones de dólares en préstamos buenos y se ha permitido más libertad para hacer frente a los malos. El jueves, incluso convenció a los inversores de comprar un bono de 500 millones de euros, sin garantía contra ninguno de sus activos. En un mundo en el que el rendimiento seguro de los bonos alemanes a 10 años se sitúa en el -0,40%, el señuelo del 4% tres años por parte de un banco respaldado por autoridades indulgentes fue demasiado para resistirlo.
Las acciones del banco, cuyo valor era prácticamente nulo hasta el miércoles, han subido ahora casi un 50% en dos días. Subían ya un 10,6% al comienzo de la jornada de este viernes, mientras que el índice de referencia italiano FTSE MIB se deja un 0,1%.
Otros índices de Europa descienden en general tras el poco alentador informe de pedidos industriales de Alemania a la espera de la publicación de los datos de empleo no agrícola de Estados Unidos, previstos en el transcurso de esta jornada. El índice STOXX 600 baja un 0,4% pero acumula ganancias del 1,7% en términos semanales.
Cabe señalar que los bancos de Italia han tenido una buena semana tras el acuerdo de paz temporal con la UE: Intesa Sanpaolo (MI:ISP), UniCredit (MI:CRDI), Banco Bpm (MI:BAMI) y UBI Banca (MI:UBI) han subido entre un 7,8% y un 9,4% pues el rendimiento de la deuda pública de Italia se tambalea.
El margen entre el rendimiento de los bonos alemanes e italianos a 10 años se ha reducido hasta 203 puntos básicos, frente a los máximos de más 300 puntos básicos del año pasado. Teniendo en cuenta que estaba en tan solo 122 puntos básicos antes de que la coalición populista asumiera el poder, y en vista de las previsiones de un nueva flexibilización cuantitativa por parte del BCE, aún tiene margen para seguir cayendo mucho más, lo que proporcionará un potente empuje a los bancos italianos —si el Gobierno puede evitar volver a desbaratar los planes.