El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió durante su campaña de 2020 restablecer el orden tras el tumultuoso periodo bajo el mandato del expresidente Donald Trump.
A medida que se acercan las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024, los analistas de Piper Sandler han expresado su preocupación en un informe reciente sobre quién podría ser la fuente de desorden en las próximas elecciones.
Donald Trump, el expresidente, sigue siendo una figura divisiva. A pesar de enfrentarse a desafíos legales, Trump mantiene una gran base de seguidores, y las encuestas sugieren que él no es la única fuente de desorden.
La preocupación por la edad del Presidente Biden y su capacidad para desempeñar sus funciones también es importante. Una encuesta de Harvard-Harris reveló que el 59% de los votantes piensa que "la avanzada edad y el declive de las capacidades cognitivas" de Biden podrían hacer que su reelección fuera "peligrosa para la nación".
Además, el 63% de los votantes piensa que las meteduras de pata de Biden en público son cada vez más frecuentes, lo que plantea dudas sobre su aptitud para ejercer otro mandato sin un cambio abrupto de liderazgo debido a problemas de salud.
Muchos votantes creen que Biden no es notablemente más ético o legal que Trump. Aunque los votantes se inclinan ligeramente por la creencia de que Trump ha cometido delitos, también consideran que las acusaciones podrían estar influidas por prejuicios políticos.
El próximo juicio a Hunter Biden y las acusaciones que implican a Joe Biden en las actividades empresariales de su hijo se suman a los dilemas éticos a los que se enfrenta el Presidente.
Las encuestas indican que los votantes confían más en Trump que en Biden para gestionar los grandes retos nacionales, que van desde el desorden mundial a problemas internos como la inflación, que ha aumentado el coste de la vida para muchos estadounidenses.
"El mundo está experimentando desorden, al igual que nuestra frontera sur y los campus universitarios - y por un margen significativo, los votantes tienen más confianza en Trump que en Biden para hacer frente a los importantes desafíos de la nación", afirmaron los analistas de Piper Sandler.
"Puede que el repunte de la inflación no se clasifique estrictamente como trastorno, pero ha aumentado significativamente la carga financiera diaria para los votantes típicos, es su preocupación más acuciante, y en gran medida responsabilizan a Biden", continuaron.
La imagen de ambos candidatos está empañada por el escepticismo y la preocupación, lo que hace difícil identificar una única fuente de desorden. Sin embargo, los próximos juicios y las persistentes preocupaciones éticas relacionadas tanto con Biden como con Trump sugieren que el trastorno puede surgir de cualquiera de los dos individuos, dependiendo de los resultados de estas cuestiones.
En particular, la reputación de Biden en relación con la protección de la democracia, que los demócratas quieren destacar en su campaña, no es tan sólida como preferirían. En los estados disputados cruciales, Biden y Trump están casi empatados en esta cuestión, sin que se vea una clara ventaja para el actual Presidente.
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