Ginebra, 5 abr (.).- La presidenta de la Autoridad de Supervisión del Mercado Financiero de Suiza (Finma), Marlene Amsted, dijo hoy en rueda de prensa que su organismo necesitará ahora más competencias que las que tenía antes de la caída de Credit Suisse (SIX:CSGN), especialmente en el ámbito de las sanciones.
Amsted afirmó que el hecho de que el regulador suizo no pueda establecer multas a las entidades financieras constituye una excepción en el marco de las economías occidentales.
A propósito del papel que deberá tener en los próximos años el órgano que preside, Amsted aseguró que supervisar el nuevo banco surgido de la fusión de UBS (SIX:UBSG) y Credit Suisse será "la máxima prioridad de la Finma".
El regulador helvético tendrá ahora que examinar a fondo la nueva firma y podrá invalidar todos aquellos aspectos relacionados con la competencia que considere que ponen en riesgo la estabilidad financiera y la protección de los acreedores en Suiza.
Preguntada por si la Finma hubiese podido reorganizar Credit Suisse antes de la fusión, amparándose en los principios de las normas "too big to fail" ("demasiado grande para caer" en el argot financiero), Amsted aseguró que esta hubiese sido "una tarea gigantesca y con muchos perdedores".
La presidenta de la Finma reconoció además que se tuvieron en cuenta otras posibilidades como dejar que Credit Suisse quebrase o que el Estado suizo absorbiese la entidad, pero ambas fueron desestimadas por las consecuencias que hubiesen tenido para la toda la economía helvética y por las dificultades políticas que hubiesen implicado.
Por todo ello, la Finma consideró que la fusión entre UBS y Credit Suisse era la única opción que quedaba para "evitar el efecto dominó" en el sector financiero.