Bogotá/Caracas, 21 sep (.).- La actividad comercial entre Colombia y Venezuela, un pilar de la buena vecindad que decayó en los últimos años por las tensiones políticas, vuelve a tomar fuerza con la reapertura de la frontera anunciada para el próximo 26 de septiembre.
El intercambio bilateral, a pesar de los altibajos de las últimas décadas, alcanzó en 2008 un récord de 7.200 millones de dólares, pero el deterioro de la relación derribó en más del 90 % las cifras del comercio.
En 2013, año de la llegada al poder del presidente Nicolás Maduro como sucesor de Hugo Chávez, cayó a 1.846 millones de dólares, tocó fondo en 2017, cuando se redujo hasta los 116,4 millones de dólares; y el año pasado fue de 268,6 millones de dólares, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), de Colombia.
Esta realidad debe empezar a cambiar con la reapertura total de la frontera de 2.219 kilómetros, cerrada al tráfico de vehículos desde agosto de 2015 cuando Maduro, con el pretexto de una operación contra supuestos paramilitares, expulsó del lado venezolano a más de 20.000 colombianos.
A esa decisión le siguió el 23 de febrero de 2019 la ruptura de relaciones diplomáticas y consulares ordenada por Maduro en medio de las tensiones con el entonces presidente colombiano, Iván Duque, por su apoyo al líder opositor venezolano Juan Guaidó.
CAMBIO CON LA LLEGADA DE PETRO
Sin embargo, la llegada a la Presidencia de Colombia de Gustavo Petro ha abierto la posibilidad, no solo de restablecer esos vínculos, comenzando por el nombramiento de embajadores, sino de reabrir totalmente la frontera el próximo lunes.
El presidente venezolano afirmó el pasado 9 de septiembre que calcula que con la reapertura de la frontera "pudiéramos llegar a 2.000 millones de dólares de intercambio comercial", mientras que el embajador de Colombia en Caracas, Armando Benedetti, pronosticó que se llegará a los 10.000 millones de dólares en un plazo que no especificó.
En este acercamiento, los dos países acordaron también que el Gobierno de Maduro tomara el control de la petroquímica Monómeros, ubicada en Colombia y filial de la estatal Pdvsa, que desde 2019 estaba gestionada por el grupo opositor que lidera Guaidó.
Pese al entusiasmo de las partes, los expertos advierten de que todavía hay camino por andar, porque la interrupción de los últimos siete años y la crisis venezolana han provocado problemas de tipo logístico, migratorio, aduanero, fitosanitario y de seguridad, entre otros, para que el comercio bilateral vuelva a fluir.
"Lo que viene ahora es la reapertura de la frontera, pero en el tema de comercio bilateral todavía no se ha definido cuál es el marco jurídico que va a regirlo", dijo a Efe el presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex) de Colombia, Javier Díaz Molina.
Según ha recordado, Venezuela no forma parte de la Comunidad Andina (CAN) desde abril de 2011 y, desde entonces, no existe un intercambio con arancel cero como se hacía antes entre ambos países.
"Venezuela, del 2013 al 2021, bajó en un 75 % su Producto Interno Bruto, entonces esta Venezuela de hoy no es la misma de 2008 (...) La Venezuela de hoy es la cuarta parte de lo que fue en el 2008", ha advertido el experto.
También ha explicado que hay que definir el marco jurídico en materia de pagos, ya que a muchos exportadores colombianos Venezuela todavía les adeuda mercancías compradas hace más de diez años.
El ministro de Comercio de Colombia, Germán Umaña, dijo recientemente que esa deuda que llegó a ser de 1.300 millones de dólares, pero que actualmente es de unos 300 millones de dólares y se trabaja para que se abone oportunamente.
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