Madrid, 7 may (EFE).- La petrolera española Repsol (MADRID:REP) afronta "optimista" este año tras unos resultados trimestrales inferiores a los de 2014, afectados por la ausencia de extraordinarios, y en los que los niveles récord del margen de refino han permitido compensar las paradas en Libia y los bajos precios del crudo.
De hecho, para el director financiero de Repsol, Miguel Martínez, este ejercicio será "el año en que Repsol consolidará la transformación que comenzó el pasado año con la salida definitiva de Argentina y la compra de (la petrolera canadiense) Talisman (TO:TLM)", tal y como ha apuntado en una conferencia con analistas.
La petrolera española ha defendido hoy en sus cuentas que esta operación, valorada en 10.800 millones de euros, "transformará a Repsol en un grupo más grande, más equilibrado desde el punto de vista de composición y localización geográfica de sus activos y con un mejor desarrollo futuro", según la compañía.
Además de la integración de Talisman, cuya adquisición prevé cerrarse mañana, y del nuevo plan estratégico para el grupo que se presentará a finales de año, Martínez ve varios indicadores positivos que podrían beneficiar a los resultados de la petrolera.
Así, confía en que los precios del crudo repunten "a medio plazo", un ajuste, a su juicio, "necesario para alcanzar el necesario balance entre oferta y demanda".
También ha constatado que las ventas de carburantes en la península Ibérica y el resto de mercados "continúa con la tendencia de crecimiento percibida el pasado año", al tiempo que asegura que "el mercado nacional se está moviendo" en el área de química.
De hecho, ha sido el buen comportamiento de la división de "downstream", que engloba refino y comercialización, el que ha soportado las cuentas de los tres primeros meses del año, en un entorno de "bajos precios del petróleo" y paradas de producción en Libia.
El beneficio neto de Repsol cedió un 5,7 % en el primer trimestre del año, hasta 761 millones de euros, afectado por el efecto comparativo derivado de las plusvalías contabilizadas en 2014 tras la venta de los activos de gas natural licuado (GNL).
Así, el beneficio neto ajustado -calculado basándose en la valoración de inventarios a coste de reposición (CCS) y sin tener en cuenta los elementos extraordinarios- se disparó un 74,4 %, hasta los 928 millones.
Este resultado ha sido posible gracias al efecto en las cuentas de la apreciación del dólar y al elevado margen de refino, que ha alcanzado este trimestre el récord de 8,7 dólares el barril, lejos de los 3,9 dólares el barril de hace un año.
Así, el área de "downstream" obtuvo un beneficio ajustado de 534 millones, un 84 % más.
En cambio, los mayores volúmenes de producción no han logrado compensar la caída de los precios y la paralización de los yacimientos de Libia, lo que ha arrastrado el resultado ajustado de la división de "upstream" -exploración y producción- a unas pérdidas de 190 millones, frente a los beneficios de 2014.
La producción media alcanzó los 354.600 barriles equivalentes de petróleo diarios, un 3,7 % más, tras la entrada en operación de varios proyectos estratégicos.
Al cierre de marzo, la deuda financiera neta del grupo Repsol se situaba en su mínimo histórico, 126 millones de euros, frente a los 4.722 millones que contabilizaba hace un año y los 1.809 millones del cierre del ejercicio 2014.
El mercado ha acogido con cierta decepción los resultados de la petrolera, cuyas acciones registraban a las 14.30 horas la segunda mayor caída del Ibex 35, con un descenso del 3,96 %, hasta los 17,7 euros por título.