Madrid, 26 feb (EFE).- Repsol (MADRID:REP) multiplicó por ocho su beneficio neto en 2014, debido al efecto contable derivado del saneamiento por la compensación de YPF en 2013, y ha anunciado un recorte de inversiones a partir de este año en un entorno marcado por los bajos precios del crudo y la adquisición de Talisman.
El consejero delegado de la petrolera, Josu Jon Imaz, ha anunciado hoy una revisión a la baja del plan de inversiones motivada por la caída de los precios del crudo y por una nueva estrategia ante la compra de la petrolera canadiense Talisman, que prevé formalizar antes del cierre del semestre.
La división de "upstream" (exploración y producción) invertirá este año en torno a 2.700 millones de dólares (2.400 millones de euros), un 29 % menos, un recorte que afectará especialmente a la exploración (que cae un 35 %) y que se materializará a través de un impulso de la eficiencia y una ralentización de proyectos no estratégicos.
Además, la "transformadora" integración de Talisman permitirá centrarse en la creación de valor -prevé mantener el dividendo- sin necesidad de aportar nuevos crecimientos, aunque, en cualquier caso, Imaz espera un aumento de la producción de entre el 6 % y el 7 % este año, excluyendo el efecto de Libia -cuyos pozos están parados por la inseguridad en el país-.
Las nuevas perspectivas y proyectos se recogerán en el nuevo plan estratégico que el grupo petrolero presentará a lo largo de este año, una vez completada la operación.
La extraordinaria subida del beneficio neto -1.612 millones en 2014, lo que multiplica por ocho las ganancias del año anterior- está relacionada con los saneamientos efectuados en 2013 tras alcanzar un acuerdo sobre la compensación por la expropiación de YPF.
Repsol contabilizó unas provisiones de 1.279 millones para adaptar la valoración de las acciones expropiadas de YPF a los términos de este acuerdo, lo que redujo el beneficio de ese año a 198 millones, lo que desvirtúa la comparación con las cuentas presentadas hoy.
Un indicador más homogéneo es el beneficio neto ajustado -sin elementos extraordinarios y valorando los inventarios a costes de reposición-, que mejora el 27 % hasta 1.707 millones.
El ejercicio 2014 ha estado marcado por el desplome de los precios del crudo, que ha tenido un efecto negativo de más de 600 millones de euros, y la interrupción de actividad en Libia, dos inconvenientes que la petrolera ha contrarrestado con un incremento de la producción y mejores márgenes de refino.
La entrada en funcionamiento de proyectos estratégicos en Perú y Brasil, entre otros, ha elevado la producción en un 2,5 %, mientras que la tasa de reemplazo se ha situado en el 118 %.
A pesar de ello, la división de exploración y producción contabilizó un resultado ajustado de 589 millones de euros, un 39,9 % menos.
En cambio, el beneficio ajustado del área de "downstream" -que engloba refino, marketing, GLP y química- se duplicó en 2014, hasta 1.012 millones, gracias a una mejora en el margen de refino hasta 4,1 euros por barril, desde 3,3 dólares en 2013, cifra que podría superarse en el primer trimestre de 2015, según Imaz.
Al cierre de 2014, Repsol contabilizaba una deuda financiera neta de 1.935 millones de euros, con una importante reducción respecto a 3.423 millones un año antes, y una liquidez cercana a 10.000 millones.
El mercado ha recibido estos resultados con tibieza y las acciones de la petrolera repuntaban un 0,26 % poco antes de las 15.00 horas, hasta 17,14 euros.