Brasilia, 20 dic (EFE).- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, anunció hoy la concesión a empresas privadas de los aeropuertos de Río de Janeiro y Belo Horizonte y también un ambicioso plan de modernización aeroportuaria regional dotado con 7.300 millones de reales (3.650 millones de dólares).
En el caso de los dos aeropuertos que pasarán al sector privado, la jefa de Estado manifestó que el país necesita a "los mejores operadores internacionales", los cuales conocerán en agosto próximo las condiciones de los concursos, que se realizarán un mes después.
En las licitaciones ya han manifestado interés grandes empresas del sector de diversos países, entre las que figura la española Aena, considerada hoy la mayor operadora del mundo y responsable de la gestión de 47 aeropuertos en España y de otros 26 en otros países.
Según precisó el titular de la Secretaría de Aviación Civil, Wagner Bittencourt, en el aeropuerto internacional de Río de Janeiro se esperan inversiones privadas por 6.600 millones de reales (3.300 millones de dólares) y en de Belo Horizonte ascenderán a unos 4.800 millones de reales (2.400 millones de dólares)
También adelantó que se exigirá a los operadores aeroportuarios una "comprobada experiencia" en el manejo de terminales que movilicen a un mínimo de 35 millones de pasajeros por año, a fin de garantizar la calidad de la atención y de las propias operaciones.
Asimismo, explicó que el plan de modernización de la estructura regional, que contará con inversiones públicas por 7.300 millones de reales (3.650 millones de dólares), se centrará inicialmente en 270 de los 689 aeropuertos que existen en todas las regiones del país.
"Este plan es parte de diversas iniciativas dirigidas a resolver los serios problemas de infraestructura del país", dijo Rousseff, quien mencionó que este año el Gobierno ya ha iniciado programas de ese tipo para modernizar las redes de carreteras y ferrocarriles y los puertos.
En agosto pasado el Gobierno anunció inversiones por 133.000 millones de reales (66.500 millones de dólares) para los próximos 25 años en las redes de carreteras y ferrocarriles.
A inicios de este mes se informó sobre un programa similar para modernizar la estructura portuaria, que contará con inversiones por 54.200 millones de reales (unos 25.846 millones de dólares) hasta 2017.
En ambos casos, como ahora con los aeropuertos, se ha contemplado el concurso de la empresa privada, tanto nacional como extranjera.
La presidenta admitió que Brasil tiene "unos grandes problemas de oferta frente a una enorme y creciente demanda" en todos esos sectores, que se origina en "la inclusión social de 40 millones de brasileños" en la última década.
En el caso específico de los aeropuertos explicó que se trata de garantizarle a la población una mejor calidad de servicios, pero también de "mejorar el clima para los negocios" y fortalecer la competitividad de la economía nacional, que requiere de mejores infraestructuras para apalancar el progreso y el desarrollo. EFE
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