Sao Paulo, 3 oct (EFE).- El ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, reiteró hoy que el Gobierno no tiene la intención de establecer un tipo de cambio fijo, a pesar de la fuerte depreciación del real en las últimas semanas y de las medidas tomadas para contener la avanzada del dólar.
"El cambio seguirá fluctuante en Brasil" y en las condiciones actuales, con un flujo menor de recursos para los países emergentes, "tendremos un real menos supervalorizado. No sé en cuál nivel, porque no hay un nivel ideal de cambio", señaló Mantega en una rueda de prensa en Sao Paulo.
Según el ministro, con la subida del dólar por las turbulencias económicas, "la deuda del país bajó del 39,8 al 39,2 por ciento del PIB (Producto Interior Bruto) y tiende a caer más".
En septiembre, el real se devaluó un 19 por ciento ante el dólar y cayó a su nivel más bajo desde junio de 2010, como consecuencia de la volatilidad por la crisis mundial.
En lo que va del año, la moneda brasileña se ha devaluado un 13,44 por ciento frente a la estadounidense.
En la jornada de hoy, el real llegó a perder el 2 por ciento, pero después de una operación del Banco Central, que vendió dólares en el mercado futuro, la divisa brasileña redujo su devaluación al 0,10 por ciento y el dólar cerró a 1,892 reales para la venta en el tipo de cambio comercial.
Después de reunirse con empresarios en la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), Mantega se refirió también a los tipos de interés en Brasil, que a pesar de registrar en agosto una bajada de medio punto porcentual siguen entre los más altos en el mundo, en el 12 por ciento anual.
"El tipo de interés ideal sería entre el dos y el tres por ciento, pero es obvio que eso no se alcanza de la noche para la mañana, ni sería (ahora) prudente", apuntó Mantenga, quien enfatizó que cualquier tipo de reducción en el costo del dinero tiene que ser con "el ojo puesto" en la inflación.
Según el ministro, "la inflación alta es tan pésima como los intereses altos", por lo que subrayó: "No queremos ni una cosa ni la otra", pero admitió que la tasa básica de interés "tiene espacio" para caer, incluso como una alternativa para enfrentar un probable agravamiento de la crisis internacional.
En ese sentido, Mantega aseveró que el Gobierno brasileño "tiene más oxígeno que en 2008" y que Brasil "está preparado para una crisis crónica, leve, y para una crisis más aguda".
"Tenemos mucha munición que puede ser usada en caso de necesidad, pero queremos usar más instrumentos monetarios que fiscales", agregó.
Las reservas cambiarias del país son de 350.000 millones de dólares, frente a los 200.000 millones que se tenían en septiembre de 2008, cuando se agudizó la crisis mundial, anotó Mantega. EFE
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