Bogotá, 24 ago (EFE).- El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aceptó hoy la renuncia temporal del ministro de Transporte, Miguel Peñaloza, mientras es investigado los supuestos contratos irregulares de una empresa de su familia con el Estado.
Santos informó de la renuncia, que calificó de "acto gallardo", en la localidad de Girón, donde inauguró un puente junto a Peñaloza, que asumió la cartera ministerial en mayo pasado.
Por el momento se desconoce si habrá un sustituto temporal para Peñaloza, que como el resto de los ministros del gabinete había presentado su renuncia colectiva esta semana a petición de Santos, que quiere recomponer su Gobierno para la segunda parte de su mandato de cuatro años, iniciado en agosto de 2010.
El primer relevo fue anunciado este jueves en la cartera de Hacienda y Crédito Público, donde Juan Carlos Echeverry fue reemplazado por el hasta ahora titular de Minas y Energía, Mauricio Cárdenas y por ahora nada se sabe de los otros cambios.
La reforma ministerial se va a hacer de forma gradual, según advirtió hoy Santos.
El mandatario pretende formar un nuevo equipo de cara a la segunda mitad de su gestión, en la que enfrenta los desafíos de avanzar en la consecución de la paz en Colombia, mejorar la seguridad y ampliar y garantizar sus políticas sociales.
Un artículo periodístico publicado en la revista Semana a inicios de agosto denunció presuntas irregularidades en torno a los contratos de la empresa PYG, fundada por Peñaloza y dirigida por su mujer y sus hijos, con dependencias del Estado, por los que habría recibido "miles de millones" de pesos.
La Procuraduría y la Fiscalía iniciaron investigaciones preliminares en contra de Peñaloza, quien le presentó entonces una carta de renuncia a Santos que fue rechazada al considerar que no era el momento oportuno para hacerlo.
El Gobierno de Santos ha identificado el desarrollo de las infraestructuras de transporte como una de sus prioridades, al considerar que están atrasadas y son deficientes para asumir los retos comerciales de Colombia. EFE