Se acaba el "supermartes" en Wall Street

Nueva York, 4 jun (EFE).- El extraño hechizo que había convertido el martes en un día de ganancias aseguradas en Wall Street durante los últimos cinco meses se vio roto hoy por los crecientes temores a que la Reserva Federal ponga fin antes de lo esperado a sus masivos estímulos.

El llamado "supermartes", como se había venido a conocer el segundo día de la semana en la principal plaza financiera del mundo tras una racha alcista de veinte martes consecutivos en el Dow Jones, se ha quedado ya como una anécdota para los libros de historia del parqué neoyorquino.

La única vez que había ocurrido algo parecido fue en la década de los sesenta, cuando encadenó 24 miércoles consecutivos de ganancias.

El índice de referencia de Wall Street había luchado en el arranque de la sesión por dar continuidad a la reciente tradición, pero hacia la media sesión ya se cubrió de rojo y terminó por retroceder el 0,5 % ó 76,49 puntos para quedar en las 15.177,54 unidades.

Tampoco resistieron en terreno positivo el selectivo S&P 500 y el índice compuesto del mercado Nasdaq, que se dejaron el 0,55 % y el 0,58 %, respectivamente.

La jornada había arrancado al alza tras conocerse que el déficit comercial de Estados Unidos se elevó en abril menos de lo esperado, pero rápidamente cambiaron las tornas mientras crecen los temores a que la Fed ponga fin o al menos reduzca sus compras de bonos del Tesoro antes de lo previsto.

Las preocupaciones se vieron reforzadas por la presidenta del banco de la Reserva Federal de Kansas City, Esther George, quien alertó de la dependencia que se está creando en ciertos mercados a las políticas de estímulo, conocidas en EE.UU. como "quantitative easing".

Ahora todas las miradas se concentran en los datos de desempleo de mayo que publicará el viernes el Gobierno de EE.UU..

Lo lógico sería que una mejora del mercado de trabajo impulse a los mercados de valores, pero en el reciente razonamiento de Wall Street podría traducirse en todo lo contrario: una estampida por miedo a que dé a la Fed un nuevo argumento para empezar a parar la máquina de hacer dinero. EFE