Nueva York, 14 oct (EFE).- La bolsa de Nueva York ha tenido una semana de gran volatilidad, con constantes altibajos que reflejan las sombrías perspectivas del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la economía mundial, los malos datos de inflación en EE.UU. y los resultados mejores de lo esperado de algunos de los principales bancos estadounidenses.
Al cierre de las operaciones del viernes en Wall Street, el índice tecnológico Nasdaq se dejaba un abultado 3,1 % en el cómputo de los últimos cinco días y el selectivo S&P perdía un 1,5 %; sin embargo, el principal índice, el Dow Jones de Industriales, ganaba un 1,2 %.
Las acciones cayeron al comienzo de la semana, luego volvieron a ceder el jueves temprano después de que los datos mostraran que la inflación aumentó más de lo esperado en septiembre en EEUU, un gran revés para los inversores que esperaban un informe que podría dar a la Reserva Federal espacio para desacelerar su rápido ritmo de subida de tipos.
Sin embargo, ese mismo jueves el mercado se "corrigió" y cerró con contundentes subidas, aunque las ganancias de ese día se esfumaron al día siguiente, y ello pese a que en Europa las bolsas de las principales capitales reaccionaron de manera bien distinta y cerraron el viernes en verde.
Los once sectores que conforman el selectivo S&P de Nueva York han cerrado la semana sin excepción en rojo, el petróleo de Brent perdió un 6,4 % y también el de Texas perdió más de siete dólares durante la semana.
Han pesado entre los inversores varios factores: el martes, el FMI publicaba sus perspectivas sombrías: "El invierno de 2022 será complicado para Europa, pero el de 2023 probablemente será peor", decía su informe, y añadía que millones de personas sentirán una recesión a lo largo de 2023, sea o no cierto técnicamente.
El jueves se conoció el nuevo dato del IPC de Estados Unidos: la inflación volvió a bajar en septiembre, por tercer mes consecutivo, y situó su tasa interanual en el 8,2 %, una décima menos que en agosto, pero una cifra más elevada de lo previsto.
Pese a que el dato estuvo por debajo de las expectativas, las bolsas reaccionaron con el paso las horas con fuertes subidas en todo el mundo.
El viernes, mientras se conocían los resultados trimestrales de los principales bancos de Estados Unidos, que habían sido negativos pero mejor de lo esperado, llegaba un nuevo sobresalto desde Londres con la destitución del ministro británico de Economía, Kwasi Kwarteng, y el anuncio de que se revierten los recortes fiscales.