Southwest Airlines (NYSE:LUV), conocida por sus ofertas de vuelos de bajo coste, se encuentra actualmente bajo presión para actualizar su modelo de negocio, según analistas del sector. Se espera que el director ejecutivo de la aerolínea, Robert Jordan, presente un plan destinado a restaurar la rentabilidad a largo plazo de la compañía durante una jornada para inversores el jueves. Esta medida responde a una campaña de un inversor activista que afirma que el modelo de negocio actual está obsoleto.
Los cambios propuestos incluyen una transición hacia asientos asignados y la incorporación de opciones con más espacio para las piernas, prácticas ya comunes entre competidores como Delta y United Airlines. El director de operaciones, Andrew Watterson, comunicó al personal que son necesarios ajustes en la red para reflejar los patrones de viajes de negocios posteriores a la pandemia. Aunque estos ajustes pueden conllevar cambios significativos para algunas ciudades, Watterson confirmó que la aerolínea no planea dejar de prestar servicio en ellas.
Elliott Investment Management, un fondo de cobertura, ha expresado preocupaciones sobre la adhesión de la aerolínea a estrategias desarrolladas hace décadas y ha iniciado una campaña para reemplazar a Jordan y otros ejecutivos. El fondo anunció planes para solicitar una reunión extraordinaria de accionistas tan pronto como la próxima semana para abordar cambios en el liderazgo. Southwest ha descartado la posibilidad de una renovación en la dirección, afirmando que ya está en marcha una transformación significativa para mejorar los resultados financieros.
Antes de la pandemia, Southwest disfrutó de 47 años consecutivos de beneficios, pero desde entonces ha luchado por mantener una rentabilidad constante. Algunos analistas e inversores sugieren que el éxito pasado puede haber llevado a un exceso de confianza entre la dirección de la aerolínea. Rob Britton, profesor de la Universidad de Georgetown, comentó sobre la toma de decisiones aislada de la compañía y la dependencia del "estilo Southwest".
En respuesta a las críticas, un portavoz de Southwest declaró que las decisiones de la compañía se basan en datos y son deliberadas, especialmente en lo que respecta al servicio de mercado y las elecciones del modelo de negocio.
Las decisiones estratégicas de la aerolínea durante la pandemia, como la expansión a 18 nuevos mercados, han sido cuestionadas, especialmente porque esta expansión coincidió con un período en el que las ayudas gubernamentales por la pandemia alteraron la dinámica del sector, afectando a los márgenes de beneficio.
Además, Southwest ha sido criticada por su respuesta tardía a la creciente demanda de opciones de viaje premium y la lenta adopción de nuevas tecnologías, como el software SkyPath para la navegación en turbulencias, que otras aerolíneas llevan años utilizando.
Los costes operativos de Southwest también han aumentado, con la compañía gastando el 99% de sus ingresos en costes operativos el año pasado, en comparación con alrededor del 80% en 2015. La dependencia de la aerolínea de Boeing ha incrementado sus gastos, ya que los problemas de producción y regulatorios del fabricante de aviones han provocado desafíos operativos.
Brett Snyder, analista del sector aéreo, señaló que la situación actual de Southwest puede deberse a una falta de planificación a largo plazo. La aerolínea ha sido lenta en diversificar sus fuentes de ingresos y solo recientemente ha comenzado a ofrecer reservas en plataformas de terceros. A diferencia de algunos de sus competidores, Southwest ha estado vendiendo billetes exclusivamente en dólares estadounidenses, lo que limita su base de clientes internacionales.
Reuters contribuyó a este artículo.
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