Colombo, 28 jun (.).- Sri Lanka decidió este lunes limitar la distribución de combustible a servicios esenciales en un intento por estirar por unos pocos días las últimas reservas de las que dispone el país insular atrapado en una crisis sin precedentes.
Solo los servicios esenciales como salud, servicios portuarios, abastecimiento de alimentos, aeropuertos y turismo podrán comprar combustible, dijo hoy a la prensa el portavoz del gabinete de Gobierno, Bandula Gunawardena.
El Gobierno ha pedido además el apoyo de los ciudadanos para llevar adelante la decisión que estará en vigencia desde la medianoche de hoy hasta el próximo 10 de julio, y que implica el cese de buena parte de las actividades del país.
“Esto no es un confinamiento. Se trata de trabajar desde casa hasta el día 10. Lo que queremos es que (la gente) se quede en sus distritos”, dijo el ministro de Turismo, Harin Fernando.
El Gobierno de Sri Lanka tiene la esperanza, dijo Fernando, de que las conversaciones que mantuvo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Estados Unidos se materialicen en cinco semanas, permitiendo al país adquirir alimentos, combustible, medicinas, entre otros esenciales.
De concretarse tal y como está planeado, el trabajo diario se normalizará después del 10 de julio, aseguró.
Sri Lanka afronta la peor crisis económica desde su independencia del Imperio británico en 1948, provocada en parte por el gran endeudamiento, erradas políticas gubernamentales, y el impacto de los atentados de Pascua y la pandemia en el turismo.
Con las reservas internacionales marcando mínimos históricos y la decisión de suspender los pagos de su deuda exterior el pasado abril, Sri Lanka se acercó al FMI en busca de una línea de crédito para restaurar la estabilidad fiscal, al tiempo que intenta alcanzar acuerdos con sus prestamistas para la reestructuración de la deuda.
Las escuelas de Colombo y principales ciudades del país comenzaron a cerrar en los últimos días debido a la escasez de combustible. El Gobierno, sin embargo, permitió la apertura de escuelas en áreas rurales si los estudiantes y maestros no tienen problemas para encontrar transporte.
Las gasolineras son desde hace meses uno de los puntos de mayor tensión en la isla, donde decenas de personas deben esperar en colas durante días para tratar de repostar sus vehículos o conseguir bombonas para cocinar, mientras el Gobierno trata de buscar el modo de obtener divisas o préstamos para poder importar el combustible.
Varios representantes del Gobierno del presidente Gotabaya Rajapaksa comenzaron conversaciones con Rusia, con el fin de conseguir combustible para aliviar la crisis de combustible del país.
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