Lisboa, 12 jul (.).- La Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) de Portugal suspendió hoy la negociación de las acciones del Benfica, salpicado por el escándalo de la detención de su expresidente Luís Filipe Vieira, ahora en prisión domiciliaria y apartado del club por presuntas irregularidades en sus negocios.
Vieira fue detenido la semana pasada por sospechas de haber realizado negocios de más de 100 millones de euros que podrían acarrear diferentes delitos fiscales y de blanqueo de capitales que en algunos casos, según la Fiscalía, habrían involucrado al club encarnado.
Este lunes, la CMVM reaccionó en un comunicado apuntando que "en los últimos días se volvió de conocimiento público indicios de irregularidades diversas, susceptibles de afectar" al Benfica, así como de "impactar en su gobierno corporativo y de crear opacidad sobre la composición de su estructura accionista".
En este sentido, explica que hay "dudas sobre la transparencia" del accionariado, en concreto sobre los títulos que realmente posee otros de los detenidos junto a Vieira, el empresario portugués José António dos Santos, accionista del Benfica a través de varias empresas que él controla.
A Dos Santos se le presuponía dueño de "cerca de 16 % del capital" del Benfica, aunque a raíz del proceso que investiga la Fiscalía podría confirmarse que en realidad "celebró contratos promesa de compra y venta de acciones" que elevarían "su participación cualificada de más de 20 %".
En paralelo, agrega la CMVM, hay "fuertes indicios" de que Dos Santos celebró un acuerdo de compra y venta con un tercero para la venta de una parte de sus acciones.
"Ninguna de las referidas transacciones fue objeto de comunicación al mercado", subraya el supervisor, algo obligatorio en estos casos.
La decisión de la CMVM es una nueva sacudida para el Benfica, tras saber este domingo que Vieira, cuyas funciones como presidente están suspendidas, permanecerá en prisión domiciliaria hasta que haga efectiva una fianza de tres millones de euros para no ingresar en la cárcel.
El exmandatario del Benfica, de 72 años y que ocupaba el cargo desde 2003, renunció a sus funciones tras ser detenido y la presidencia ha sido asumida por el exfutbolista Rui Costa, hasta ahora vicepresidente.
La operación de la Fiscalía pretende esclarecer posibles negocios fraudulentos de más de 100 millones de euros.