Madrid, 4 may (.).- Telefónica (BME:TEF) desvela este jueves sus cuentas de enero a marzo de 2024, las últimas que registra antes de la fusión entre Orange (EPA:ORAN) y MásMóvil (BME:MASM) en España (Masorange), en un contexto en el que acaba de perder el liderazgo en clientes en España, no así en ingresos, que continúa de número uno.
También son sus primeros resultados desde que entró la SEPI en su accionariado, una operación de compra que ha supuesto la vuelta del capital público a la multinacional española y mientras sigue a la espera de si el grupo saudí STC se hace finalmente con más del 9 % del accionariado como anunció.
Lo hace después de un año en el que perdió 892 millones de euros, frente a las ganancias de 2.011 millones de 2022.
El resultado de 2023 se vio lastrado por las provisiones aplicadas por el ERE y por el deterioro de su fondo de comercio en VMO2, una sociedad que tiene en Reino Unido al 50 %, y pese a incrementar sus ingresos.
La multinacional española facturó en el año pasado 40.652 millones de euros, un 1,6 % más que en 2022, tras ver crecer su cifra de negocio en todos sus mercados y cumplir sus objetivos financieros que fueron revisados al alza en su segundo trimestre.
Su deuda financiera neta cerró el año con 27.349 millones de euros, un 2,5 % más que en 2022.
Telefónica ya cuenta como principal accionista a la SEPI que tiene más de un 6 % del operador, en un contexto que se espera que la sociedad estatal alcance hasta el 10 % de participación.
El Consejo de Administración de Telefónica está integrado por 15 vocales, lo que implica una media de 6,7 % de participación del capital por accionista. La SEPI roza ya ese porcentaje.
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ya confirmó hace unas semanas la intención del Gobierno de pedir un representante en el Consejo, aunque no anticipó nombres.