Tokio, 12 nov (EFE).- La Bolsa de Tokio avanzó hoy en el primer tramo de la sesión y tocó momentáneamente su máximo intradía desde 2007 animado por la posible convocatoria de elecciones anticipadas y el consecuente retraso en la subida del IVA prevista para 2015.
Al descanso de mediodía, el índice Nikkei de la Bolsa de Tokio acumuló una subida de 149,84 puntos, un 0,88 por ciento, y se situó en las 17.273,95 unidades, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa los valores de la primera sección, avanzó 9,99 puntos, un 0,73 por ciento, hasta los 1.385,20 enteros.
El Nikkei ganó la víspera más de un 2 por ciento animado por las conjeturas sobre la posible decisión del primer ministro, Shinzo Abe, de convocar elecciones anticipadas en diciembre y retrasar la subida impositiva.
De este modo, la plaza comenzó hoy la jornada más convencida si cabe de esta posibilidad debido a las informaciones publicadas por los medios nipones, que citan fuentes del Gobierno que confirman que la disolución de la Cámara Baja es una de las opciones que baraja Abe.
Así, el Nikkei tocó los 17.411,75 puntos, su máximo intradía desde el 15 de octubre de 2007.
Según analistas locales, la mayoría de inversores considera que si el gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD) de Abe justifica la disolución de la Cámara Baja para lograr retrasar la subida del IVA prevista para octubre de 2015, se alzará con la victoria en los comicios y el consumo (principal motor económico) remontaría.
Además, la consecuente revalorización de la Bolsa de Tokio daría más vuelo a la administración Abe, cuyo destino está muy ligado a las fluctuaciones del mercado local, según estos analistas.
El parlamento nipón acordó a finales de 2012 subir el IVA en dos tramos (del 5 al 8 por ciento en 2014 y hasta el 10 en 2015) para hacer frente a los costes cada vez mayores del sistema de seguridad social en el envejecido país asiático sin incrementar más su deuda pública, la mayor del mundo desarrollado.
No obstante, la subida adoptada en 2014, la primera en 17 años en Japón, golpeó duramente al consumo y el PIB se contrajo un 7,1 por ciento anualizado en el periodo abril-junio.
Por ello, son cada vez más los miembros del PLD que consideran que Abe necesitará la legitimidad de las urnas para tomar la controvertida decisión de aplicar o retrasar el incremento del gravamen.