Ginebra, 24 abr (.).- La integración de Credit Suisse (SIX:CSGN) en la estructura nacional de UBS (SIX:UBSG) se producirá antes de finales de septiembre, aseguró el consejero delegado de la segunda entidad, Sergio Ermotti, en la junta general de accionistas celebrada este miércoles en Basilea (Suiza).
Para concluir este proceso, iniciado con la compra de Credit Suisse en marzo de 2023, son todavía necesarias "medidas de reestructuración y de optimización", destacó el ejecutivo suizo, quien subrayó que 2024 es un ejercicio decisivo para que UBS consiga sus objetivos de desarrollo actuales.
La integración de Credit Suisse, adquirida a instancias del Gobierno suizo para ser salvada de la quiebra, "es un maratón, no un sprint", afirmó Ermotti en su alocución a los accionistas del banco, convertido tras la fusión en el segundo mayor de Europa por capitalización de mercado.
Para la integración en el mercado suizo, advirtió, podría ser necesario "sacrificar una parte de la rentabilidad y el crecimiento declarados a corto plazo", aunque la operación "reforzará la calidad, la estabilidad y el potencial de ingresos a largo plazo".
Uno de los pasos a dar en el complejo proceso de fusión, encomendado precisamente a Ermotti cuando fue nombrado consejero delegado pocos días después de la compra de Credit Suisse, será según el ejecutivo la conversión de las actividades americanas de las dos entidades en una sola antes de mediados de este año.
A partir de la segunda mitad de 2024, prosiguió Ermotti, se buscará poner fin a las antiguas plataformas de Credit Suisse, un proceso que "continuará en 2025, antes de que nos acerquemos a nuestra situación objetivo en 2026", subrayó.
La junta de 2024 se desarrolla con menor controversia que la del pasado año, en la que la entonces reciente compra de Credit Suisse protagonizó numerosas protestas de accionistas por el riesgo asumido por UBS.
Sin embargo, en esta ocasión también han aflorado ciertas inquietudes entre el accionariado, especialmente después de que el Gobierno suizo lanzara nuevas medidas para reforzar su sistema financiero y evitar posibles problemas en sus grandes bancos, obligándoles a aumentar su ratio de liquidez propia.
Cálculos de analistas subrayaron que esta adaptación a las medidas que Berna toma para evitar que se repitan graves crisis como la de Credit Suisse el pasado año podrían suponer para UBS un considerable gasto de entre 15.000 y 25.000 millones de dólares (14.000-23.000 millones de euros).
También hay entre los accionistas recelos por los emolumentos recibidos por Ermotti el pasado año (unos 14,7 millones de euros entre salarios y primas), que le convirtieron en el banquero mejor pagado de Europa, pese a que ocupó la dirección de UBS sólo a partir de abril.
Mientras, varias organizaciones medioambientales se manifestaron junto al recinto donde se celebra la junta de accionistas para acusar a UBS de "irresponsabilidad ante la crisis climática".
Los activistas, pertenecientes a organizaciones como Greenpeace, BreakFree o Climate Alliance, colocaron un castillo de naipes gigante frente a la entrada del recinto multiusos St. Jakobshalle de Basilea, sobre el cual se sentó uno de ellos caracterizado como Sergio Ermotti.
Denunciaron que, pese a que UBS se ha comprometido a alcanzar un objetivo de emisiones cero para 2030, sigue asociada a empresas como la petrolera estadounidense Exxon Mobil (NYSE:XOM) o la francesa TotalEnergies, cuyos modelos de negocio son "incompatibles" con la meta de limitar el calentamiento global.
También acusaron a UBS de marcarse objetivos climáticos concretos en determinadas áreas de negocio, sin incluir a sectores especialmente perjudiciales para el clima y la biodiversidad como la ganadería, la industria automovilística o la producción de aluminio.