UBS Financial Services ha señalado que Argentina ha logrado un giro económico significativo, eliminando un déficit fiscal que superaba el 4% del PIB en tan solo un año. Este cambio ha provocado una notable disminución del riesgo país, contribuyendo a un aumento sustancial en el valor de los bonos soberanos argentinos en dólares y las acciones locales.
En 2024, los bonos prácticamente duplicaron su precio, mientras que las acciones locales se dispararon un 120% en términos de dólares estadounidenses. Según UBS, el panorama económico de Argentina estará determinado por tres acontecimientos clave en los próximos 12 meses.
En primer lugar, una recuperación del crecimiento y una continua moderación de la inflación tras la recesión de 2024. En segundo lugar, la perspectiva de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que proporcionaría acceso a fondos adicionales. Por último, las elecciones de medio término en octubre, donde se espera que el partido del presidente Javier Milei fortalezca su posición en el Congreso.
Actualmente, el país se encuentra en negociaciones con el FMI, y existe optimismo sobre un nuevo programa de ayuda que reemplazaría el acuerdo vigente de 44.000 millones de dólares de marzo de 2022. La administración Milei aspira a asegurar entre 10.000 y 15.000 millones de dólares adicionales, lo que sería crucial para que Argentina alivie los controles de capital y mantenga un peso estable.
El FMI ha reconocido las reformas fiscales y estructurales de Argentina, y la reducción de la brecha cambiaria podría mejorar la posición del país ante el organismo. La buena sintonía del presidente Milei con Donald Trump también podría influir en las negociaciones, dado que Estados Unidos es el mayor accionista del FMI.
No obstante, los inversores también están evaluando la durabilidad de la influencia política de Milei y si Argentina puede mantener su recuperación económica y romper con una historia de declive económico. La necesidad de reformas laborales, fiscales y de seguridad social presenta desafíos estructurales considerables. Además, la dependencia del tipo de cambio como ancla nominal genera dudas sobre su viabilidad como estrategia a largo plazo.
UBS mantiene una perspectiva positiva sobre los indicadores económicos de Argentina para 2025, sugiriendo que los bonos soberanos en dólares del país tienen potencial para un buen desempeño, con expectativas de que los diferenciales se reduzcan moderadamente en el primer semestre de 2025.
Sin embargo, las condiciones financieras globales, en particular la dirección política de la próxima administración Trump y una Reserva Federal restrictiva, plantean riesgos para la recuperación económica de Argentina. Asimismo, el clima político interno sigue siendo un factor crítico a vigilar, ya que cualquier cambio en el apoyo popular a la administración de Milei podría provocar una reevaluación significativa de los activos argentinos.
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