Investing.com - Semana de querer y no poder para los mercados. El aumento de las tensiones entre Kiev y Moscú ha cortado de raíz cualquier intentona alcista y tras cerrar el viernes con una caída del 1,49%, el IBEX 35 se apuntó un pírrico avance semanal del 0,13%, que le permite mantener la cota de los 10.300 puntos.
La noticia del día para la economía nacional, la revisión al alza de la nota de la deuda española por parte de la agencia de calificación de riesgo Fitch, llegó demasiado tarde como para dejarse notar en el la evolución del selectivo.
Así las cosas, el índice de referencia en el parqué madrileño vio como los números rojos afectaban a todos sus componentes salvo uno, con especial castigo para International Airlines Group (ICAG.MADRID) y Bankinter (BKT.MADRID), con un retroceso del 3,46% y del 3,30%, respectivamente.
Mejor “suerte” corrieron ACS (ACS.MADRID) y Viscofán (VIS.MADRID), que minimizaron sus pérdidas por debajo del 0,4% y, sobre todo Técnicas Reunidas (TRE.MADRID), que salvó el día con un ínfimo avance del 0,04%.
Al igual que ha sucedido en el selectivo patrio, los números rojos llegaron para quedarse desde primera hora de la mañana en las principales plazas de referencia en Europa.
El más damnificado por la toma de beneficios masiva ha sido el FTSE Mib, con una corrección del 1,73%, seguida del DAX (-1,54%), el Euro Stoxx 50 (-1,33%), el Cac 40 (-0,80%) y el FTSE 100 (-0,26%).
Tras el parón de Semana Santa, lunes de Pascua incluido, los inversores volvieron el martes a los parqués con optimismo renovado.
La mejora de la confianza del consumidor en Europa y la buena evolución de las ventas de viviendas en Estados Unidos permitieron al Ibex disfrutar de una de las jornadas más productivas del mes, con un avance del 1,41%.
A partir de entonces la evolución del selectivo ha sido un querer y no poder. Si en la mañana del miércoles Madrid aplaudía la confirmación por parte del Eurostat de los datos de déficit público adelantados por el Gobierno, la abrupta caída de las ventas de nuevas viviendas en el mes de marzo en EE.UU. hacía desaparecer las ganancias.
Después de este chasco, el Ibex comenzaba el jueves con decisión y llegaba a coronar incluso los 10.500 animado por las buenas previsiones de crecimiento del PIB en el primer trimestre ofrecidas por el Banco de España y por la revisión de la EPA, que se saldó con una corrección a la baja de la tasa de paro.
Entonces, el inicio de las maniobras del ejército ruso en la frontera con Ucrania llegó como un jarro de aguafría y sirvió de adelanto a los parqués de lo que sería el día de hoy.
En cuanto a la renta fija se refiere, el Tesoro Público mantiene su idilio con los mercados. A la exitosa subasta de letras del martes, en la que colocó más de 3.000 millones de euros en letras a 3 y 9 meses, a unos tipos cercanos a los de su mínimo histórico, le siguió ayer una histórica emisión de deuda a medio y largo plazo, que se saldó con los intereses ofertados más bajos de todos los tiempos para las obligaciones a 10 años.
De este modo, la rentabilidad del bono español en el mercado secundario aguanta el tipo por debajo del 3,1%, mientras que la prima de riesgo pone fin a la semana a medio camino en torno a los 158 puntos.