PARÍS, 15 (Reuters) - La Comisión Europea ha creado un grupo de trabajo de alto nivel para aumentar la capacidad de interconexión de los mercados de electricidad y gas de Francia y España.
La construcción de más enlaces transfronterizos entre la Península Ibérica y el resto del mercado energético de la UE es una prioridad para la Comisión Europea, cuyo grupo de trabajo tendrá la labor de supervisar y ayudar a los países que participan en este sentido.
"La energía debe fluir libremente por Europa", dijo el español Miguel Arias Cañete, comisario de Energía y Acción contra el Clima de la UE, en un comunicado.
Este nuevo grupo preparará un plan para implementar la Declaración de Madrid firmado el pasado 4 de marzo por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el presidente francés, François Hollande, y por los primeros ministros de España y Portugal.
La Comisión dijo que para apoyar el trabajo del grupo se habían puesto en marcha dos estudios sobre los beneficios, costes y posibilidades técnicas de mejores interconexiones entre Francia y España. Los resultados del estudio de la electricidad se presentarán en otoño, mientras que los del estudio del gas estarán disponibles en diciembre.
La enorme capacidad sobrante que tiene España tanto en generación eléctrica como de gas podría hacer mucho para impulsar la seguridad del suministro energético en Europa, pero la falta de cables y de gasoductos en los Pirineos hacen que sea difícil transportar la energía ibérica al norte de Europa.
Ejecutivos de energéticas españolas se han quejado de que Francia va muy lentamente en lo que al fomento de las interconexiones con España se refiere.
Este verano, la francesa EDF (PARIS:EDF) y Red Eléctrica (MADRID:REE) planean abrir un cable de 1.400 megawatios que duplicará la capacidad de intercambio eléctrico franco-española, el primero a través de los Pirineos desde 1982.
El grupo de transporte de gas italiano Snam -propietario del operador francés TIGF- prevé duplicar con creces la capacidad del gasoducto entre España y Francia para reducir la dependencia europea del gas ruso, aunque se quejó de que las instituciones francesas estaban actuando con tibieza.