Bruselas, 16 ene (.).- La Unión Europea (UE) y el Reino Unido aseguraron este lunes que pretenden continuar "con un espíritu constructivo y de colaboración" los trabajos para lograr un acuerdo sobre el protocolo incluido en el pacto del Brexit y que evita la aparición de una frontera física entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte.
Londres y Bruselas se expresaron en ese sentido en un comunicado conjunto tras la reunión por videoconferencia que mantuvieron hoy el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) para Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic; el ministro británico de Exteriores, James Cleverly; y el ministro del Reino Unido para Irlanda del Norte, Chris Heaton-Harris.
"Estuvieron de acuerdo en que este trabajo de exploración de posibles soluciones (sobre el protocolo irlandés) debería continuar con un espíritu constructivo y de colaboración, teniendo muy en cuenta los intereses legítimos de cada uno", declararon en el comunicado conjunto Sefcovic y Cleverly.
Agregaron que durante el encuentro virtual se debatieron "la gama de desafíos existentes en los últimos dos años y la necesidad de encontrar soluciones juntos para abordar de manera integral las preocupaciones de la vida real de todas las comunidades en Irlanda del Norte y proteger tanto el lugar de Irlanda del Norte en el mercado interno del Reino Unido y la integridad del mercado único de la UE".
Las negociaciones entre Londres y Bruselas para encontrar una solución sobre el protocolo de Irlanda del Norte han mejorado desde que Rishi Sunak asumió el cargo de primer ministro en el Reino Unido.
El protocolo establece que Irlanda del Norte sigue vinculada al mercado único comunitario para bienes, por lo que las mercancías que cruzan entre la isla de Gran Bretaña y ese territorio británico han de pasar controles aduaneros para asegurar que la frontera entre las dos Irlandas sigue abierta.
No obstante, ha generado tensiones políticas, en particular, por el rechazo de la comunidad unionista, y quejas por la carga burocrática que conlleva.
El lunes pasado, Londres y Bruselas anunciaron un acuerdo sobre el acceso del bloque comunitario a los sistemas británicos tecnológicos y de datos que ofrece "una nueva base" a las negociaciones para definir su relación pos-Brexit.