Tokio, 10 feb (.).- El académico Kazuo Ueda es el elegido por el Gobierno nipón para dirigir el Banco de Japón (BoJ) en la encrucijada de esta entidad, que busca una vía de salida de su prolongada estrategia de estímulos con tipos ultrabajos sin que se resienta la tercera economía mundial.
Ueda, de 71 años, ya formó parte de la junta de política monetaria del BoJ hace casi dos décadas, y desde entonces ha permanecido en el mundo de la enseñanza y la investigación universitaria, hasta ser repescado contra todo pronóstico por el Ejecutivo nipón para una tarea que pocos quieren asumir.
Su nombramiento ha sido anunciado por el primer ministro nipón, Fumio Kishida, a su Gabinete de Gobierno, lo que trascendió este viernes a los medios nipones, aunque aún debe ser respaldado por el Parlamento controlado ampliamente por el gobernante Partido Liberal Democrático (PLD).
La trayectoria profesional y académica de Ueda invita a pensar que no optará por un giro radical en la estrategia del BoJ.
Licenciado en la Universidad de Tokio y doctorado en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, Ueda formó parte de la junta de política monetaria del BoJ, máximo órgano de decisión de la entidad, entre 1998 y 2005.
Durante ese período, votó en contra de levantar las tasas de interés de referencia 0 que aplicaba ya entonces la entidad japonesa y ofreció fundamentos teóricos para respaldar la estrategia de flexibilización monetaria con la que se trataba de reactivar a la economía japonesa.
La primera gran tarea de Ueda en su nuevo puesto será examinar precisamente esas políticas que volvió a aplicar el BoJ a partir de 2013, bajo el mandato de Haruhiko Kuroda.
Los analistas creen que Kishida ha apostado por una figura más alejada del liderazgo actual de la entidad, pero que al mismo tiempo garantice un plan cauteloso y basado en un amplio conocimiento tanto teórico como práctico en política monetaria para tan delicada misión.
El primer ministro nipón habría priorizado así un perfil académico y también con dotes comunicativas, similares a los anteriores presidentes de la Reserva Federal estadounidense, Janet Yellen y Ben Bernanke, en contraste con la trayectoria más burocrática de Kuroda.
Además de otros puestos académicos, Ueda también ha trabajado en la Comisión de Investigación de la Oficina del Gabinete nipón y como director externo del Banco de Desarrollo de Japón o asesor del Instituto de Estudios Monetarios y Económicos del BoJ.
La primera opción de Kishida, no obstante, era el actual vicegobernador del BoJ Masayoshi Amamiya, según venían contando los medios nipones.
Pero quien es considerado mano derecha de Kuroda y visto como opción más continuista habría rechazado el cargo debido precisamente a que no se veía preparado para emprender un cambio de rumbo por haber servido bajo el actual gobernador, al igual que otros actuales altos cargos del BoJ.
La agresiva política flexibilizadora de la era Kuroda ha dado sus frutos al corregir la fortaleza del yen, perjudicial para los grandes exportadores nipones, y mantener un crecimiento estable -aunque débil- de la tercera economía mundial, pero como efectos colaterales también ha generado inestabilidad en los mercados y un empeoramiento de la salud fiscal.
Con Ueda al frente, el BoJ revisará su estrategia y contemplará las primeras subidas de tipos en Japón en una década tratando de evitar un impacto excesivo en particulares y empresas, que se ven golpeados por una inflación creciente empeorada por la debilidad del yen.