Pamplona, 9 ene (.).- La Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA) de UGT apuesta por la viabilidad de la planta de BSH de Esquíroz y reclama nuevos productos eficientes y respetuosos con el medio ambiente con una mínima inversión.
De esta forma se pronuncia un día antes de que se celebre en el Ministerio de Industria en Madrid una reunión, con la presencia del ministro, Jordi Hereu, de representantes del Gobierno de Navarra, encabezados por su presidenta, María Chivite, y de la multinacional para tratar el anunciado cierre de la planta el pasado mes de junio.
En un comunicado, FICA UGT rechaza "rotundamente" ese cierre que va dejar sin empleo a todos los trabajadores, "una medida traumática que, además, va a tener un gran impacto en los proveedores de la comarca, hasta el punto de que al menos 1.000 familias podrían verse afectadas por este proceso".
Por ello, hace un llamamiento al grupo Robert Bosch, propietario de BSH Electrodomésticos, que fabrica los mismos con las marcas de Bosch, Siemens y Balay, para que "actué con responsabilidad y mantenga el centro productivo abierto, garantizando de esta forma el empleo del conjunto de los trabajadores".
Al respecto, insiste en que esta fábrica es viable y, por tanto, reclama que, "en lugar de deslocalizar producción con el traslado a Polonia y Turquía de la fabricación actual, esta se mantenga en la planta de Esquiroz de manera temporal mientras se implantan nuevos modelos, específicamente productos más eficientes energéticamente que no se están fabricando actualmente en ella y que requieren de una inversión inicial a coste mínimo".
Esto, además de asegurar la planta y el empleo de Esquiroz, supondría, según subraya, un impulso a la fabricación de esta gama de productos eficientes y respetuosos con el medio ambiente, que podría tener encaje en los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), concretamente en los destinados a la Descarbonización y Modernización de la Industria.
Estos proyectos, están dotados con 3.100 millones de euros de inversión pública, lo que, remarca, supone un incentivo más para apostar por esta gama de productos.
Paralelamente, según indica, trabajan para demostrar que, si en la planta de Esquíroz se hiciera la misma inversión que en el resto de plantas industriales con la energía fotovoltaica, "la recuperación de la inversión inicial se produciría con mayor celeridad, reduciendo aún más los costes de producción".
En este contexto, demanda la total implicación de todas las administraciones, desde el Gobierno de Navarra a los ministerios de Industria y de Trabajo del Gobierno de España, así como a la compañía para la búsqueda de alternativas al cierre anunciado.
A todos ellos les emplaza a colaborar en la elaboración de un plan industrial que garantice la continuidad de la planta y de las empresas proveedoras.