Madrid, 13 dic (.).- Los concesionarios acumularán una bolsa de pedidos de unos 250.000 vehículos hasta final de año por el retraso en las entregas provocado por la crisis de los semiconductores, compras en firme que al tener que matricularse en 2022 se verán gravadas por la subida del impuesto de matriculaciones a partir del 1 de enero.
Según ha informado este lunes la patronal de asociaciones de concesionarios oficiales de las marcas Faconauto, esos 250.000 vehículos son ventas en firme realizadas principalmente en el último trimestre del año, que no se convertirán en matriculaciones hasta los primeros meses de 2022, según vayan llegando desde las fábricas.
Los compradores de estos vehículos se verán afectados por la subida del Impuesto de Matriculación, efectiva desde el próximo 1 de enero, cuando se revertirán los tramos del impuesto vigentes desde julio de 2021 y que, en la práctica, suponían la congelación del tributo.
Según cálculos de Faconauto, por este motivo los vehículos se encarecerán una media de entre 800 y 1.000 euros, que se verán obligados a asumir los clientes.
Faconauto ha venido pidiendo al Gobierno y a los partidos políticos una segunda prórroga en la aplicación de los nuevos tramos del Impuesto de Matriculación, mientras se regulariza el mercado y para no penalizar a esos compradores.
Además señala que la prórroga daría certidumbre al mercado y evitaría lastrar unas matriculaciones que están muy deprimidas por la crisis de los semiconductores y el impacto de la pandemia en la confianza de los consumidores.
El presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, ha dicho que el sector no puede afrontar un nuevo año con las ventas por debajo de las 900.000 unidades, por lo que la nueva moratoria en la subida del impuesto de matriculación, debería ir acompañada de otras medidas para regularizar el mercado.