Lisboa, 23 may (.).- Más de una veintena de políticos y académicos portugueses han suscrito una carta abierta en la que piden al Gobierno socialista que no privatice la aerolínea TAP porque "no es un activo tóxico".
En la misiva, divulgada por el medio luso Público este martes, los 25 firmantes alegan que la aerolínea "es una de las empresas portuguesas que más contribuyen al crecimiento de la economía" y abogan por mantener su "control estratégico" para "asegurar el interés nacional y garantizar la soberanía estratégica del Estado".
La carta rechaza que se hayan "desperdiciado" los 3.200 millones de euros en ayudas públicas inyectadas a la aerolínea a cambio de una reestructuración y defiende que "bien gestionada" podría generar beneficios para los contribuyentes.
Además, pide que la Fiscalía lusa investigue el proceso de privatización realizado en 2015, así como "las responsabilidades y gestiones posteriores, por los daños que habrá causado al país"
Entre los firmantes están el director de cine António-Pedro Vasconcelos, la escritora Anabela Mota Ribeiro, la exdiplomática socialista Ana Gomes, el presidente de la Asociación 25 de Abril, el capitán Vasco Lourenço, el catedrático Eduardo Paz Ferreira, y el cantante Pedro Abrunhosa.
TAP es propiedad del Estado portugués, que controla el 100 % del capital, y está bajo un plan de reestructuración.
El Gobierno socialista luso ya anunció que quiere mantener una posición "estratégica" en la aerolínea, aunque no ha desvelado de cuánto, y que planea lanzar la privatización antes de verano.
El grupo hispano-británico IAG (BME:ICAG) -matriz de Iberia, British Airways y Vueling-, Lufthansa (ETR:LHAG) y Air France (EPA:AIRF) han manifestado interés en la privatización.
TAP cerró 2022 con beneficios de 65,6 millones, el primer resultado positivo en cinco años.
La aerolínea está en el centro de la crisis política que salpica al Ejecutivo del socialista António Costa -que gobierna con mayoría absoluta- a raíz de una indemnización irregular de medio millón de euros a una exadministradora.
Las investigaciones del pago han llevado incluso a la caída de un ministro, varios secretarios de Estado y de la cúpula de la aerolínea.