Nueva York, 27 dic (.).- Wall Street ha abierto este viernes en rojo, con el tecnológico Nasdaq encabezando las pérdidas (-1,16 %, hasta los 19.788 puntos), pero los tres principales índices del parqué neoyorquino se encaminan a concluir la semana en positivo.
Diez minutos después del arranque de la sesión, el Dow Jones de Industriales caía un 0,40 %, hasta 43.154 unidades, y el selectivo S&P 500 retrocedía un 0,71 %, hasta los 5.994 enteros.
El Dow, que iniciaba hoy en rojo por primera vez en seis jornadas, ha avanzado un 0,7 % esta semana; el S&P 500 ha subido un 1,1 %; y las acciones de los grandes valores tecnológicos ha impulsado al Nasdaq un 1,4 %.
La sesión del martes, Nochebuena -que finalizó tres horas antes de lo habitual- fue particularmente positiva para los tres principales indicadores: el Dow creció un 0,91 %, el S&P 500 un 1,1 % y el Nasdaq un 1,35 %.
Los inversores esperan ahora que las acciones suban en los próximos días espoleadas por el llamado "rally de Papá Noel", que hace referencia a la tendencia a subir en las últimas cinco jornadas del año para el mercado.
Desde 1950, el S&P 500 ha tenido un rendimiento promedio del 1,3 % durante este período.
En diciembre, el Nasdaq va camino de un avance del 4,2 %, impulsado por un salto en las acciones de Tesla (NASDAQ:TSLA) y Alphabet (NASDAQ:GOOGL), así como por un repunte en Apple (NASDAQ:AAPL) que lo ha acercado a una capitalización de 4 billones de dólares.
Mientras, el Dow apunta registrar su peor mes desde abril, con una caída de aproximadamente el 3,5 %.
Por sectores, en el arranque de hoy el energético (0,99 %) y el de materias primas (0,31 %) lideraban las subidas, con retrocesos para el de bienes no esenciales (-1,47 %) y el tecnológico (-1,45 %).
Entre las 30 mayores cotizadas del Dow Jones, crecían Chevron (NYSE:CVX) (1,13 %) y McDonald's (0,51 %) principalmente; y caían Nvidia (NASDAQ:NVDA) (-2,28 %), Amazon (NASDAQ:AMZN) (-1,86 %) y Microsoft (NASDAQ:MSFT) (-1,77 %).
En otros mercados, el petróleo de Texas ha subido un 1 %, hasta los 70,33 dólares el barril, gracias a las expectativas de una recuperación en la demanda de China -el mayor importador de petróleo del mundo- y de menores inventarios en Estados Unidos.