Mateo Sancho Cardiel
Nueva York, 10 feb (EFE).- Wall Street subía hoy como la espuma de la Coca-Cola, pues fue el famoso refresco el que llenó a los operadores de "sensación de vivir" y les hizo olvidarse momentáneamente de los problemas de Grecia con unos resultados empresariales reinterpretados en clave optimista.
Haciendo gala de su siempre cuidado marketing, los de Coca-Cola decidieron dar una visión positiva a la caída de un 55 % de sus beneficios, al asegurar que la expansión de su mercado internacional sigue adelante y que es la fortaleza del dólar la que lastra las cifras. Sus acciones subieron así un 2,84 % en la jornada de hoy.
Los inversores, en un acto de fe y acogiéndose a lo de "por encima de las previsiones", dieron crédito a lo que la bebida estimulante aseguraba y el Dow Jones acabó subiendo casi un 0,8 % o 140 puntos, situándose de nuevo en niveles positivos respecto a 2014.
Las ganas de creer, además, se hicieron extensivas a las preocupaciones del parqué neoyorquino respecto a Grecia, que mañana va a la reunión extraordinaria del Eurogrupo con varias propuestas que se espera sirvan de base para un acuerdo que sustituya al actual programa de rescate y que podría firmarse a finales de agosto.
Los inversores se pusieron, así, del lado del país mediterráneo y prefirieron desoír a la Comisión Europea, que tiene pocas esperanzas en el acuerdo, así como al ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que aseguró que si Grecia "no cumple las condiciones acordadas en el rescate, no habrá más dinero".
Si ayer las cotizaciones bajaban y el petróleo subía, hoy el parqué y el crudo se cruzaron en sus respectivo caminos de auge y caída, y el petróleo de Texas descendió un 5,37 %, quedándose en los 50 dólares casi rasos.
Y es que los operadores del mercado energético no tenían hoy refrescos a los que aferrarse, y se preocuparon porque mañana se espera que el Departamento de Energía reporte un aumento de los inventarios y porque la Agencia Internacional de Energía habló de "ajuste" pero no de recuperación total en los precios a medio plazo.
Y, hablando de energías, hoy era un gran día para Apple, por meter cabeza en este sector: se anunció un acuerdo entre esa firma y la compañía First Solar para desarrollar un proyecto de energía solar con una inversión de 848 millones de dólares.
Los inversores vieron tan buenos ojos esta operación que las acciones subieron casi un 2 % y la empresa de la manzana convertirse en la primera empresa estadounidense que cotiza en Wall Street que llega a una capitalización de mercado superior a los 700.000 millones de dólares al cierre de la sesión.