Emilio López Romero
Nueva York, 2 jun (EFE).- Ni siquiera un error informático que llevó a revisar hasta en dos ocasiones un dato sobre la actividad del sector manufacturero en Estados Unidos impidió que el Dow Jones y el S&P 500 cerraran hoy con dos nuevos máximos históricos.
La principal referencia de Wall Street, el Dow Jones, elevó su listón hasta 16.743,63 puntos (0,16 %), mientras que el índice favorito de los tiburones de Nueva York, el S&P 500, fijó su nuevo techo en 1.924,97 puntos (0,07 %).
La otra cara de la moneda la protagonizó el índice compuesto del mercado Nasdaq, en el que cotizan algunas de las mayores empresas tecnológicas del mundo, y que en su primera sesión de junio bajó hasta 4.237,2 unidades (-0,13 %).
Después de un arranque indeciso, los operadores en el parqué neoyorquino optaron por las compras tras publicarse un dato peor de lo esperado sobre la evolución de la actividad del sector manufacturero en mayo.
Poco después, y para sorpresa de los analistas, el Instituto de Gestión de Suministros (ISM) comunicó que debido a un error informático tenía que revisar al alza los datos difundidos, y minutos más tarde llegó una segunda rectificación.
Finalmente, la actividad del sector manufacturero se situó en mayo en 55,4 puntos, en línea con lo que habían pronosticado los expertos, de tal manera que dos de los índices se tiñeron de verde hasta el campanazo final.
Wall Street se sumó también al optimismo de las principales plazas financiera del Viejo Continente, donde Madrid subió el 0,27 % hasta cerrar en el máximo el año de 10.827,4 puntos, Milán (0,77 %), Londres (0,29 %) y Fráncfort (0,07 %).
Entre las noticias empresariales de la jornada destacó el gigante tecnológico Google, que bajó el 1,28 % tras publicarse que planea lanzar una red de satélites a baja altura para ofrecer servicio de internet a zonas actualmente sin servicio o con escaso acceso.
Y en otros mercados, el barril de petróleo de Texas bajó hasta 102,47 dólares, su nivel más bajo en casi dos semanas, mientras que el dólar recuperó terreno ante el euro, que se cambiaba por debajo de 1,36 dólares.