Lara Malvesí
Nueva York, 22 abr (EFE).- Wall Street terminó esta semana sin pena ni gloria, en territorio mixto, por culpa de las pérdidas de las tecnológicas y, más concretamente, de Microsoft (NASDAQ:MSFT), que sufrió el peor día del año.
Ya a principios de semana IBM (NYSE:IBM) empujó a la baja a Wall Street, en una semana en la que los operadores fueron sensible a una nueva tanda de resultados peor de lo esperado.
Este viernes le tocó ser la fea del baile a Microsoft, que cayó por encima del 7 % durante toda la jornada, en el que fue su peor día desde el 27 de enero de 2015.
También fue un día negro para Alphabet (NASDAQ:GOOGL), emparentada con Google, y que perdió un 5,6 % tras publicarse resultados por debajo de las expectativas.
El sector tecnológico fue el único en terminar en rojo esta sesión de viernes con un destacable -1,51 %.
A los operadores les pone especialmente nerviosos que caigan las tecnológicas. Y es que cuando el mercado está carente de pistas está acostumbrado a poder refugiarse en ellas como valor seguro.
Por otro lado, menos terrible fue la jornada para las energéticas gracias a un nuevo día ganancias para el crudo, del que siempre están pendientes en el parqué neoyorquino.
El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) terminó con un ascenso del 1,3 % y cerró en 43,73 dólares el barril, el mismo signo que el barril de crudo Brent, que terminó en 45,11 dólares, un 1,30 % más que al término de la sesión anterior.
A ese aumento de precios contribuyeron elementos como el importante consumo de gasolina en EE.UU. o los signos crecientes de caída de la producción en todo el mundo.
También se acogió favorablemente un informe de Baker Hughes que señalaba que el numeró de plataformas extrayendo petróleo en EE.UU. ha bajado por quinta semana consecutiva hasta las 382 (estas fechas del año pasado había 703).
Buenas noticias para todos aquellos que apuestan por congelar o incluso reducir una producción que sobrepasa con creces la demanda, para preocupación continua, entre otros, de Wall Street.