Pekín, 15 ago (EFE).- El primer ministro chino, Wen Jiabao, aseguró hoy que la potencia asiática "es capaz" de alcanzar sus objetivos económicos y sociales este año "a pesar de los retos domésticos y externos", y en contra de los últimos indicadores que refuerzan el pronóstico de un frenazo brusco de su economía.
Así lo aseguró el primer ministro este miércoles, según la agencia oficial Xinhua, durante un tour que realizó en la provincia oriental de Zhejiang, donde también declaró que China "tiene las condiciones y las capacidades suficientes" para ello.
"Todavía -continuó- hay factores favorables para mantener un crecimiento estable y relativamente rápido".
El propio Wen fijó la meta de crecimiento para 2012 en el 7,5 % del PIB durante el pleno anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP) del pasado marzo, para lo que se comprometió a reducir los monopolios estatales y a estimular la inversión no gubernamental.
En el primer trimestre, el PIB de la segunda economía mundial creció un 8,1 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior, la tasa más baja desde la registrada en el segundo trimestre de 2009, que se interpretó como una señal de "aterrizaje suave" de la economía china.
Asimismo, el Ministerio de Finanzas chino dio a conocer hoy que los beneficios de las compañías estatales (SOEs, siglas en inglés) han caído un 13,2 por ciento en lo que va de año, en contraste con el mismo lapso de 2011.
Los indicadores económicos publicados los pasados días tampoco han sido favorables para los objetivos del primer ministro, con una subida de la inflación en julio del 1,8 % con respecto al mismo mes de 2011, suponiendo la tasa más baja en dos años.
Además, el índice de precios al productor, otro baremo clave para medir la inflación, cayó un 2,9 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior, cifras que muestran que los precios siguen en clara desaceleración.
Por otra parte, las ventas al exterior de China, el mayor exportador del mundo y el principal motor de la economía del país asiático, subieron un 1 por ciento en julio con respecto al mismo mes de 2011, una drástica ralentización frente al 11,3 por ciento que habían crecido en junio de este año.
La ralentización de las exportaciones a la que apuntan los últimos datos llega pese a que el sistema bancario chino ha permitido que la moneda nacional, el yuan, se haya depreciado en torno a un 1 por ciento con respecto al dólar en los últimos meses, algo con lo que esperaba promover las ventas al exterior.
China lleva frenando su ritmo de crecimiento desde comienzos del pasado año, tras un 2009 y un 2010 marcados por las políticas estatales de estímulo frente a la crisis financiera global.
El gobierno del país asiático se ha fijado como principal objetivo para este año, y también a largo plazo, cambiar su modelo económico fomentando el consumo interno para paliar la baja demanda exterior, causada por la incertidumbre en sus principales socios, EEUU y la UE, aún no totalmente recuperados de la crisis de deuda. EFE