Madrid, 11 mar (.).- El banco digital WiZink registró unas pérdidas de 50 millones de euros en 2023, casi la mitad que los 98 millones que perdió el año anterior, después de realizar un ajuste fiscal contable para dar de baja activos fiscales diferidos, que no tuvo impacto en caja.
Según ha explicado la entidad este lunes, si se excluyen esos ajustes, de 41 millones, así como unas dotaciones adicionales a provisiones de 22 millones que tuvo que hacer, el beneficio recurrente antes de impuestos se hubiera situado en 12 millones de euros, frente a las pérdidas de 2 millones del año anterior.
Los negocios de financiación de WiZink, Lendrock (vehículos de ocasión), Aplazame (punto de venta 'online' y 'offline') y los préstamos personales superaron los 392 millones de euros y representaron un 23 % del negocio en España y un 12 % del total.
Asimismo, la entidad captó 350.000 nuevos clientes.
Estas cifras son un reflejo, a juicio del banco, de la transición que ha venido realizando la entidad de banco cien por cien digital a una entidad con un modelo de negocio diversificado.
El margen bruto -que recoge casi todos los ingresos- cayó un 11 % en comparación interanual y quedó en 354 millones de euros, lo que el banco atribuye al mayor peso en el balance de los nuevos negocios, con precios más bajos, y al incremento de los costes de financiación.
No obstante, este recorte se compensó con el descenso del 20 % registrado por las provisiones crediticias dotadas, que quedaron en 154 millones de euros.
De este modo, los ingresos ajustados por riesgo, en un entorno macro más complejo, se mantuvieron prácticamente estables frente a 2022, en 200 millones de euros, lo que demuestra una gestión cada vez más optimizada del riesgo de crédito, según explica WiZink.
La entidad logró reducir en un 9 % sus costes operativos, hasta dejarlos en 187 millones de euros.