Bruselas, 24 mar (EFE).- La crisis política en Portugal ha acaparado las discusiones durante las primeras horas de la cumbre de líderes de la Unión Europea, retrasando la aprobación de los acuerdos anti-crisis.
El dimisionario primer ministro portugués, José Sócrates, ha asegurado a sus socios europeos que su país cumplirá los objetivos de reducción del déficit y reformas económicas sin importar quién esté al frente del Ejecutivo luso, según las fuentes consultadas.
Sócrates ha insistido en que su país no necesita de momento recurrir a un rescate internacional, mientras que los socios europeos han reconocido que corresponde a Portugal solucionar la crisis política y decidir si solicita ayuda.
El retraso motivado por la discusión de Portugal ha postergado los demás temas de la agenda y las fuentes consultadas daban por sentado que la presentación de compromisos concretos para cumplir con el Pacto por el Euro se realizará mañana.
Aunque la fecha tope para presentar estos compromisos concretos es abril, unos seis países se adelantarán para mandar una señal de acción al mercado, entre los que se encuentran Alemania, Francia, Bélgica y España.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, tiene previsto anunciar 25 medidas relacionadas con la negociación colectiva, la reforma de la formación profesional o la lucha contra el empleo sumergido.
Además, se han adherido al Pacto por el Euro seis países que conservan sus monedas: Polonia, Bulgaria, Dinamarca, Rumanía, Malta y Chipre, según ha anunciado en una red social el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
Por otro lado, fuentes diplomáticas informaron de que Alemania tiene previsto solicitar una modificación de lo aprobado el lunes pasado por los ministros de Finanzas de la zona euro respecto al fondo de rescate para rescatar a países en bancarrota, que entrará en vigor en 2013.
El lunes, los ministros acordaron que los estados miembros de la zona euro hagan las primeras aportaciones de capital a este fondo de manera gradual desde 2013 en un plazo de tres años, pero Alemania ha pedido ampliar este plazo a cinco, tras echar cuentas.
Como principal contribuyente al fondo -aportará el 27,1 % de los 700.000 millones de dotación-, Alemania no desea tener un impacto tan importante sobre su presupuesto y desea espaciarlo.
Las fuentes consultadas daban por hecho que el resto de socios aceptarán este pequeño cambio en el fondo permanente, que sustituirá al fondo transitorio en vigor, pendiente también de reformar para que pueda prestar los 440.000 millones comprometidos durante su creación. EFE