Harare, 8 may (.).- El presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, prohibió de manera temporal los préstamos bancarios en un último intento por frenar la devaluación de la moneda local, el dólar zimbabuense.
"Se suspenden los préstamos bancarios tanto al Gobierno como al sector corporativo hasta nuevo aviso", dijo Mnangagwa en un discurso televisado a última hora de este sábado.
El presidente ordenó intensificar el control por parte de las autoridades monetarias sobre las transacciones financieras para combatir lo que denominó como "comportamiento de arbitraje (estrategia financiera) delictivo en la economía".
En su alocución, Mnangagwa advirtió que los préstamos bancarios son "propensos al abuso" en referencia a algunas entidades e individuos que utilizan el dólar zimbabuense para comprar divisas estables, alimentado la caída del valor de la moneda local.
Como la demanda de monedas extranjeras en el país es superior a la oferta, muchas empresas se ven obligadas a buscar esas divisas en el mercado negro, elevando las tasas y debilitando el dólar zimbabuense.
Mientras el cambio oficial al dólar estadounidense en el estricto sistema de subasta de divisas del país africano es de 165 unidades locales, en el mercado negro el cambio alcanza entre 350 y 400 dólares zimbabuenses.
Esta realidad paralela queda reflejada en los supermercados, donde un litro de leche cuesta alrededor de 400 dólares locales y una hogaza de pan supera los 340.
Según el presidente, sin embargo, los supermercados a partir de ahora solo podrán ajustar sus precios al cambio oficial "con una variación máxima permitida del 10 %".
Activistas y seguidores de la oposición planean un parón nacional este lunes, animando a la población a quedarse en sus hogares para protestar frente a la subida de precios de productos básicos y la reducción de su capacidad adquisitiva.
El salario básico de 25.000 dólares zimbabuenses de los maestros, por ejemplo, pasó de valer 250 dólares estadounidenses hace dos años a 62 en la actualidad.
Este tipo de protestas populares son impulsadas a menudo por la oposición pero suelen tener poco apoyo ciudadano porque gran parte de la población no se lo puede permitir.
La situación es vista cada vez más como una repetición de la última crisis de inflación desatada en 2006, que el Banco Mundial estimó en 231 millones % en noviembre de 2008, cuando alcanzó su punto más alto.
Gobernaba entonces el país el difunto Robert Mugabe, tras cuya dimisión forzada por el Ejército y por su propio partido en 2017 después de casi cuatro décadas en el poder, Mnangagwa asumió la presidencia con aires de optimismo.
La creciente crisis en el país, donde la inflación anual alcanzó un 96,4 % el mes pasado, ha ensombrecido esas ilusiones mientras el mandatario utiliza la misma retórica de antioccidental propia de su antecesor.
A finales de la semana pasada, el viceministro de Finanzas, Clemence Chiduwa, reveló que directivos de 256 empresas habían sido arrestados por realizar transacciones ilegales de divisas.
En otro intento reciente de combatir la devaluación de su moneda, el país africano anunció a principios de abril la emisión de nuevos billetes de 100 dólares zimbabuenses.
Asimismo, el gobernador del Banco Central, John Mangudya, anunció un aumento de las tasas de interés del 60 % al 80 %, supuestamente para disuadir a los ciudadanos de pedir préstamos en moneda local.
En medio de la crisis de 2006-2008, el Gobierno emitió un billete de 100 billones de dólares zimbabuenses que ni siquiera alcanzaba para comprar una barra de pan.
La medida tuvo un impacto limitado y Zimbabue acabó adoptando el dólar estadounidense como moneda local desde 2009 hasta 2016.
El dólar zimbabuense se reintrodujo en 2016, inicialmente con billetes de dos y cinco dólares.