KABUL (Reuters) - Al menos 848 civiles afganos murieron o resultaron heridos en el ataque talibán en la ciudad norteña de Kunduz en septiembre, según un informe de la ONU que detalla las sombrías condiciones que sufrieron los residentes durante dos semanas de combates.
Los 289 muertos y 559 heridos incluyen al menos 30 muertos y 37 heridos en un bombardeo aéreo estadounidense sobre un hospital gestionado por Médicos sin Fronteras, dijo en un informe la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA).
La organización añadió que las cifras probablemente aumentarían a medida que estuviera disponible más información, señalando que la inestable seguridad significaba sus funcionarios no pudieron llevar a cabo investigaciones exhaustivas en Kunduz.
Médicos Sin Fronteras dijo el sábado que su propio recuento del número de muertos por el ataque del hospital de Kunduz se había elevado a 42, cifra que UNAMA dijo estar verificando.
Aparte de las pérdidas en el ataque aéreo el 3 de octubre, el informe indicó que la mayoría de víctimas se debían a armas de fuego o explosivos durante los intensos combates en las zonas residenciales.
"En la mayoría de estos casos, la UNAMA no pudo atribuir las muertes a una parte específica del conflicto", dijo, aunque también detalló los informes de asesinatos deliberados de civiles por los talibanes, incluyendo personas asociadas con el gobierno.
La organización también se unió a los llamamientos para realizar una investigación independiente sobre el ataque contra el hospital, que en su opinión podría constituir un crimen de guerra si se demuestra que fue deliberado.
Se estima que 150.000 personas quedaron atrapadas en la ciudad durante el período más prolongado de la lucha urbana en Afganistán desde la campaña liderada por Estados Unidos contra los talibanes en 2001.