BERLÍN, 12 mar (Reuters) - Altos cargos de la sanidad pública alemana afirmaron que la vacuna contra la COVID-19 de AstraZeneca (LON:AZN) es segura y que Alemania seguirá utilizándola el viernes, después de que varios países europeos suspendieran su distribución por motivos de seguridad.
Las autoridades sanitarias de Dinamarca, Noruega e Islandia suspendieron el jueves el uso de la vacuna de AstraZeneca tras los informes sobre la formación de trombos en algunas personas que habían sido vacunadas.
Con la escasez de vacunas en Alemania y una tercera ola de COVID-19, el Gobierno se está esforzando por garantizar que el escepticismo sobre las vacunas no socave una campaña de vacunación con la que espera controlar la pandemia.
"Todo lo que sabemos hasta ahora sugiere que los beneficios de la vacuna, incluso después de cada caso individual reportado, son mayores que los riesgos, y ese sigue siendo el caso", dijo en una conferencia de prensa el ministro de Sanidad alemán, Jens Spahn.
Lothar Wieler, director del Instituto Robert Koch de Enfermedades Infecciosas, añadió que no había pruebas estadísticas de un exceso de mortalidad tras la vacunación contra el coronavirus.
"Dado que ahora estamos vacunando a las personas mayores y muy mayores, y la mayoría de las personas que mueren son, por supuesto, mayores y muy mayores, entonces puede haber una relación cronológica entre la vacunación y la muerte", dijo.
"No hay pruebas de que el vínculo sea estadísticamente excesivo", añadió Wieler.
El número de casos confirmados de coronavirus en Alemania aumentó en 12.834 hasta los 2.545.781, según el RKI, lo que indica que se encuentra en el inicio de una tercera ola y Spahn advirtió que se avecinan semanas duras.
Las entregas de vacunas están ralentizando el despliegue, y Spahn calificó de "insatisfactorias" las informaciones que apuntan a que las entregas de las vacunas de AstraZeneca y Moderna podrían ser volátiles.
"Todavía estamos en una fase de escasez absoluta", dijo.
(Información de Thomas Escritt; editado por Kirsti Knolle y Alexander Smith; traducido por Tomás Cobos y Michael Susin)