SEVILLA, España (Reuters) - Los colegios electorales abrieron sus puertas el domingo en Andalucía en la primera prueba electoral para el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, cuyo Ejecutivo en minoría busca desde que asumió el poder el verano pasado un difícil acuerdo para sacar adelante los presupuestos.
Según datos oficiales, hasta las 14 hora local habían votado un 29,91 por ciento de los censados, casi cuatro puntos por debajo de las anteriores elecciones de 2015 en una jornada en la que todos los grupos políticos instaron a participar.
Las elecciones en la región más poblada de España, un bastión para los socialistas de Sánchez durante décadas, se desarrolla en un contexto de fuerte fragmentación política en el que los principales partidos luchan por obtener difíciles mayorías.
Las votaciones comenzaron a las nueve de la mañana del domingo con las encuestas apuntando una contienda disputada y en la que se prevé que ninguno de los partidos obtenga mayoría suficiente para gobernar en solitario.
Los sondeos proyectan también que la extrema derecha podría obtener sus primeros escaños en el país desde la década de 1970. El auge nacionalista de otros países europeos no había llegado todavía a España, que durante mucho tiempo se consideró inmune por el recuerdo reciente de la dictadura militar que terminó en 1975.
La campaña para el parlamento andaluz se ha centrado en gran parte en temas de carácter nacional, como la crisis por las pretensiones secesionistas en Cataluña, la falta de presupuestos o la inmigración.
El enfado por el separatismo catalán y el enfoque más conciliador de Sánchez a los partidos independentistas con cuyos votos pudo acceder al poder, ha centrado gran parte del foco de las campañas de varios partidos.
"Somos tan españoles como andaluces y por eso nos duele ver lo que está pasando en Cataluña", decía Juan Marín, candidato del grupo de centroderecha Ciudadanos, en un mitin en Sevilla el viernes.
El problema de la inmigración ha ayudado a impulsar el auge del partido de extrema derecha Vox, que se prevé que gane hasta cinco escaños, según una encuesta realizada por el diario El País, aunque la proyección podría finalmente quedar en nada.
"La patria debe venir antes que los partidos políticos", dijo el líder de Vox, Santiago Abascal, a una multitud en Almería el viernes por la noche, el último día de la campaña antes de la votación.
Andalucía, que tiene tasas de desempleo de entre las más altas de Europa, es el principal punto de llegada a España para los migrantes que cruzan el Mediterráneo. La inmigración al país ha aumentado en el último año.
Los sondeos de opinión muestran que los socialistas ganarán las elecciones, pero sin obtener los escaños suficientes como para gobernar en solitario.
Las elecciones regionales fueron convocadas anticipadamente después de que Ciudadanos diese por roto un pacto de gobierno con los socialistas y la división de los partidos puede complicar cualquier ecuación de gobernabilidad.
La pérdida de peso de los dos partidos tradicionales, PSOE y PP, en España, en los últimos años ha obligado a tratar de construir pactos en los últimos años ante la emergencia de Ciudadanos y el grupo anti-austeridad Podemos.
El resultado de las elecciones es considerado una pista importante de cara a los comicios regionales, municipales y europeos previstos para 2019 y para las elecciones generales que, si no se adelantan, se celebrarían el año siguiente.
(Información de Marcelo del Pozo en Sevilla y Sam Edwards en Barcelona; Editado en castellano por Carlos Ruano)