Por Angeliki Koutantou y Michele Kambas
ATENAS (Reuters) - La cifra de fallecidos a causa de los incendios que arrasaron una ciudad costera griega se elevó hasta 80 personas el miércoles, con decenas de personas desaparecidas, mientras Grecia se derrumbaba ante el horror de las víctimas que fueron quemadas vivas.
Cientos de personas quedaron atrapadas en un centro turístico de Mati, cerca de Atenas, el lunes por la noche mientras las llamas acechaban a su alrededor. Muchos saltaron al mar para sobrevivir, pero otros murieron por asfixia en sus coches o atrapados al borde de acantilados.
El cuerpo de bomberos de Grecia dijo que la muerte de un supervivente en el hospital elevó la cifra a 80 personas. Los servicios recibieron decenas de llamadas para informar de personas desaparecidas, pero no estaba claro si algunos de ellos estaban entre los que fueron encontrados muertos, dijo un portavoz.
Los equipos de rescate peinaron la zona y el mar el miércoles, intentando localizar cualquier información que pudiera arrojar claridad sobre los desaparecidos, que se cree que son unas 40 personas.
"La situación aquí es realmente terrible", dijo el turista finés Jaakob Makinen. "Tuvimos que huir del hostal, corrimos por la playa, a lo largo de la playa y entonces nos alcanzó el fuego, estábamos tan rodeados que tuvimos que meternos en el agua", dijo a Reuters Television.
Él y otras personas pasaron varias horas en el agua.
No quedó clara la causa del fuego, que se extendió rápidamente por Mati, un laberinto de calles estrechas y bosques densos. No obstante, algunos sugirieron que la propia fuerza del viento, el grosor de los pinos, el fuego y el pánico fueron una combinación mortal que hizo que incluso el mejor plan de evacuación fuera inútil.
"No puedes salir. Mi casa se incendió en dos minutos", dijo Elias Psinakis, alcalde de Marathon, a la televisión estatal griega SKAI TV. "Con un viento ocho en la escala Beaufort y pinos ni siquiera tienes tiempo.
"Armagedón" decía la portada del diario Ethnos en referencia a la ubicación bíblica que profetizaba en fin de los tiempos. Incluía una foto de una bandera griega quemada entre las ramas de un árbol chamuscado.
Los incendios son comunes en Grecia en los meses de verano. Sin embargo, un clérigo tenía al menos una teoría de qué lo causó.
En una virulenta publicación, el obispo Ambrosios de Kalavryta dijo que fue la ira de Dios porque el primer ministro griego Alexis Tsipras se declaró ateo. Dio lugar a una firme respuesta de la Iglesia, que se distanció de los comentarios del obispo.
Tsipras declaró tres días de duelo nacional.
(Información adicional de Alkis Konstantinidis y Vassilis Triantafyllou, Traducido por Alba Calejero en la redacción de Madrid)