Por Yury García y Alexandra Valencia
GUAYAQUIL/QUITO, 11 oct (Reuters) - Los candidatos presidenciales en Ecuador se han comprometido a recurrir a los militares para tomar medidas enérgicas contra las exportaciones de drogas desde los puertos del país, donde más de la mitad de los cargamentos de banano considerados sospechosos y registrados por las autoridades escondían paquetes de cocaína.
La droga también se encuentra cada vez más en envíos de atún, así como camuflada dentro de piñas o escondida entre azúcar, según la policía.
La situación de seguridad en Ecuador se ha deteriorado marcadamente en los últimos años. El gobierno del presidente saliente Guillermo Lasso ha culpado del aumento de los asesinatos, la violencia carcelaria y otros delitos a las bandas de narcotraficantes.
La policía ha incautado unas 50 toneladas de drogas en lo que va del año en los dos principales puertos del país.
Los 6.500 contenedores de banano que salen de Ecuador -el principal exportador de la fruta del mundo- cada semana, muchos de ellos con destino a Europa, son un objetivo principal para los traficantes, dijo en septiembre el entonces Director Nacional de Investigación Antidrogas, Pablo Ramírez, a Reuters.
Los dos candidatos presidenciales a la segunda vuelta del 15 de octubre -el heredero empresarial Daniel Noboa y la política de izquierda Luisa González- han dicho que es necesario tomar medidas.
Ambos han prometido militarizar puertos y aeropuertos para luchar contra el narcotráfico. Además de la economía, la seguridad es una de las principales preocupaciones para los votantes.
González, una protegida del expresidente Rafael Correa que ganó la primera vuelta con el 34% de los votos pero ahora está ligeramente por detrás de su rival en los sondeos, dijo en un debate televisado que llevará a los militares a los puertos y cárceles para que retomen el control, pero sin dar detalles de su plan.
Mientras tanto Noboa, cuyo padre es el importante empresario bananero Álvaro Noboa, ha dicho que usará tecnología para apoyar la protección militar para las exportaciones en las carreteras, e instalará scáneres en estaciones de peajes y puertos.
Lasso ha implementado algunas medidas, incluyendo estados de excepción, por combatir a las bandas delictivas.
En septiembre dijo que aumentaría la supervisión después de detectar desde el año pasado que unas 36.000 hectáreas de tierra en Ecuador registradas como fincas bananeras en el sistema de registro de exportaciones ni siquiera existían.
Los escáneres instalados por el gobierno en siete puertos y en los aeropuertos de Quito y Guayaquil comenzarán a funcionar en noviembre. Lasso también acordó realizar operaciones antidrogas conjuntas con la Guardia Costera de Estados Unidos, pero el acuerdo deberá ser ratificado por la nueva Asamblea del país andino.
INSPECCIONES A ENVÍOS
La asociación de exportadores de banano dice que gasta unos 100 millones de dólares al año para dotar de seguridad el traslado del producto e inspeccionar alrededor del 40% de los embarques.
"Somos víctimas del crimen organizado, estamos haciendo un gran esfuerzo", dijo José Hidalgo, director de la Asociación de Exportadores de Banano, a Reuters. "La seguridad tiene que ser un derecho nuestro, como la educación y la salud".
"Tenemos que separar el banano de los problemas de seguridad del país y del narcotráfico, que es un problema global", agregó.
En la mayoría de los casos, los envíos que contienen drogas tienen que ser desechados, aunque la asociación bananera no dio una estimación de las pérdidas de la industria.
El porcentaje de envíos de banano inspeccionados por alguna sospecha y que contenían cocaína ha disminuido este año, pero sigue siendo alto: el 57% frente al 70% en 2022, según cifras de la policía.
Hay pruebas de que algunas drogas pueden estar siendo desplazadas a otros lugares: la cantidad de cargamentos de atún inspeccionados que contienen drogas ha aumentado del 3% al 9%.
Las drogas pueden ser difíciles de detectar entre los miles de contenedores, especialmente los narcóticos escondidos de forma creativa, como los metidos en piñas ahuecadas.
La policía estima que alrededor del 70% de la cocaína encontrada durante sus inspecciones se coloca en los envíos de banano desde las fincas, pero también se han presentado durante el transporte de la fruta a los puertos.
Los traficantes a veces también añaden drogas a contenedores sellados o refrigerados en los puertos y en los barcos cuando ya están en el mar, dijo el entonces jefe antidrogas Ramírez.
Los traficantes ahora envían drogas a más lugares fuera de los destinos habituales en Estados Unidos y Europa.
"En mayo tuvimos dos destinos que nunca habíamos tenido dentro de las alternativas de perfilamiento que fue Sierra Leona y Hong Kong", reconoció Ramírez.
(Reporte de Alexandra Valencia en Quito y Yury Grcía en Guayaquil. Editado por Javier Leira)