Bruselas, 19 dic (EFE).- El presidente del BCE, Mario Draghi, aseguró hoy que no tiene "ninguna duda" sobre la fortaleza del euro, su supervivencia y su irreversibilidad, después de que advirtiera de las consecuencias que conllevaría una ruptura de la eurozona.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE) advirtió en una entrevista al Financial Times de los grandes costes que traería que países abandonaran el euro, lo que ha sorprendido en Bruselas, donde la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo le pidió que aclarara estas declaraciones, consideradas un tabú para un jefe de la institución monetaria de la zona del euro.
Draghi defendió sus declaraciones al afirmar que un "análisis transparente" de los extraordinarios costes que conllevaría ese hipotético escenario era necesario y era correcto.
El presidente del BCE calificó no obstante de "especulación morbosa" la posibilidad de que la eurozona se rompa.
"No tengo ninguna duda sobre la fortaleza del euro, sobre su permanencia, sobre su irreversibilidad", aseguró Draghi en su comparecencia ante la Comisión parlamentaria.
"Ésta fue la palabra clave en el momento del Tratado de Maastricht, el que la moneda común es irreversible", recalcó.
No en vano, justificó sus declaraciones anteriores, "mucha gente de fuera de la eurozona gasta mucho tiempo en (...) especulaciones, en preguntarse ¿qué pasaría si...? y todos tienen escenarios catastróficos para la eurozona", indicó.
En su primera entrevista desde que asumió el cargo, Draghi sostuvo que la marcha de países de la unión monetaria desestabilizaría las finanzas de esos países, mientras que igualmente se verían obligados a aplicar medidas de ajuste presupuestario, pero desde "una posición mucho más débil".
El Financial Times señaló que el mero hecho de que el presidente del emisor europeo contemple la posibilidad de que algunos países abandonen el euro, algo que consideraba "absurdo" su predecesor, Jean-Claude Trichet, refleja el alcance de la crisis en la zona del euro.
Según Draghi, que asumió las riendas del BCE en noviembre, la ruptura de la zona del euro tendría también consecuencias impredecibles para los Estados que se quedaran, ya que la normativa europea habría sido quebrantada "y nunca se sabe cómo puede acabar".
Los países que se marcharan se enfrentarían a una "gran inflación" al tiempo que no podrían eludir las reformas estructurales exigidas, agregó. EFE