Por Ruma Paul
DACA, 30 ene (Reuters) - Más de 1.400 refugiados musulmanes rohinyá fueron reubicados el sábado en una remota isla del golfo de Bengala, a pesar de la oposición de grupos de defensa de los derechos humanos preocupados por la vulnerabilidad del lugar ante tormentas e inundaciones.
Incluyendo un grupo de tamaño similar que fue trasladado el viernes, la cifra total se eleva a unos 6.700 de refugiados rohinyá que Bangladés ha trasladado a la isla de Bhasan Char desde diciembre.
Bangladés afirma que el traslado es voluntario, pero algunos refugiados del primer grupo en ser reubicado afirmaron haber sido coaccionados. Por su parte, el Gobierno bangladesí afirma que el hacinamiento en los campos de refugiados del distrito de Bazar de Cox alimenta la delincuencia.
"Esta vez hemos recibido un total de 3.242 rohinyá en dos días. Aquí todo el mundo está contento con los arreglos", dijo a Reuters por teléfono el comodoro de la Marina Abdullah Al Mamun Chowdhury, oficial a cargo de la isla.
Cinco barcos trasladaron el sábado a 1.466 rohinyá y sus pertenencias después de que fueran transferidos desde los campamentos a Chittagong, dijo.
Los rohinyá un grupo minoritario que huyó de la violencia en la vecina Myanmar, de mayoría budista, no pueden salir de la isla, a varias horas de viaje de la ciudad portuaria del sur de Bangladés.
El Gobierno de Daca quiere trasladar al 10% del millón de refugiados que viven en campamentos fronterizos desvencijados.
Dos refugiados rohinyá que fueron trasladados el viernes con sus familias dijeron a Reuters que la violencia frecuente en los campos había forzado la decisión de reubicarse.
"Hemos estado viviendo con miedo (...). En los últimos tiempos casi todos los días hay un intercambio de disparos y ataques causados en las disputas por el dominio de los grupos armados rohinyá", dijo un refugiado de 28 años, que pidió no ser nombrado por temor a represalias.
"Los asesinatos, los secuestros, las violaciones, las drogas y otros delitos han aumentado estos días", dijo un refugiado de 42 años, que se trasladó con su mujer y sus seis hijos.
Otros dos hombres rohinyá dijeron a Reuters que se trasladaron a su nuevo hogar voluntariamente con la "esperanza de encontrar una vida mejor".
El Gobierno bangladesí ha desestimado la preocupación expresada por diversos agentes sobre la seguridad en la isla, aludiendo a la construcción de defensas contra las inundaciones, así como a viviendas para 100.000 personas, hospitales y centros para ciclones.
Bangladés ha recibido críticas por su reticencia a consultar los traslados con la agencia de refugiados de las Naciones Unidas y otros organismos de ayuda.
El alto comisionado de la ONU para los Refugiados afirmó que no se ha permitido al organismo evaluar la seguridad y la sostenibilidad de la vida en la isla.
El ministro de Asuntos Exteriores de Bangladés, Abdul Momen, dijo a Reuters el mes pasado que la ONU debería evaluar y verificar primero cuán propicio es el entorno para repatriar a los refugiados en el estado de Rakáin, en Myanmar, antes de llevar a cabo una evaluación de Bhasan Char.
(Información de Ruma Paul; editado por William Mallard y Mike Harrison; traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk)