Por Humeyra Pamuk
EL CAIRO, 15 oct (Reuters) -El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, regresará a Israel el lunes para hablar "sobre el camino a seguir" tras varios días de diplomacia itinerante entre estados árabes que, según dijo, comparten su determinación de garantizar que el conflicto israelí con el grupo militante palestino Hamás no se extiende a otros lugares de la región.
El jefe de la diplomacia estadounidense llegó a Israel el jueves, cuando el país preparaba una ofensiva terrestre en la Franja de Gaza en represalia por el letal ataque de Hamás contra civiles, y también ha estado en Qatar, Jordania, Baréin, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Egipto.
El conflicto ha suscitado la preocupación internacional de que pueda desencadenar una guerra regional más amplia. El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Hossein Amirabdollahian, advirtió el domingo de que "si no cesan las agresiones sionistas, todas las partes de la región están dispuestas a actuar".
"En todos los países a los que he ido existe la determinación de asegurarse de que este conflicto no se extienda", declaró Blinken a la prensa mientras se preparaba para abandonar El Cairo. "Están usando su propia influencia, sus propias relaciones, para tratar de asegurarse de que esto no ocurra".
Blinken se reunió el domingo en Riad con el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, y después con el presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, en El Cairo, donde recibió una valoración tajante sobre la respuesta de Israel al ataque de Hamás que mató a 1.300 personas.
"La reacción (israelí) fue más allá del derecho a la autodefensa, convirtiéndose en un castigo colectivo para 2,3 millones de personas en Gaza", dijo Sisi a Blinken en declaraciones televisadas.
La diplomacia internacional se ha centrado en evitar que el conflicto se extienda, especialmente a Líbano. Estados Unidos ha tratado específicamente de disuadir a Irán, que respalda a Hamás y al grupo libanés Hezbolá, grupo que ya intercambió fuego transfronterizo durante la última semana.
Blinken dijo que Estados Unidos dejó claro que los actores estatales y no estatales no debían aprovecharse de la situación.
"Hemos respaldado esas palabras con acciones concretas, como el despliegue en la región de nuestros dos mayores grupos de combate de portaaviones. No se trata de una provocación, sino de una medida disuasoria", afirmó. "Nadie debe hacer nada que pueda echar leña al fuego en ningún otro lugar".
Antes de partir hacia El Cairo, Blinken describió sus conversaciones con el príncipe heredero saudí, uno de los líderes más poderosos de la región, como "muy productivas". Un funcionario estadounidense dijo que la reunión duró poco menos de una hora.
En la reunión, el príncipe heredero hizo hincapié en la necesidad de encontrar formas de detener el conflicto y respetar el derecho internacional, incluso levantando el bloqueo israelí sobre Gaza, informó la agencia estatal saudí de noticias SPA.
Blinken declaró en El Cairo que se reabriría el paso fronterizo de Rafah entre Egipto y Gaza.
"Estamos colaborando activamente con los países de la región, con Naciones Unidas e Israel, para garantizar en la medida de nuestras posibilidades que la gente pueda salir sin peligro y que la ayuda que necesita, alimentos, agua y medicinas, pueda entrar", comentó.
(Reporte de Humeyra Pamuk, Aziz El Yaakoubi, Hatem Maher y Ahmed Tolba; escrito por Michelle Nichols; editado en español por Carlos Serrano)