Por Alex Dobuzinskis
LOS ÁNGELES (Reuters) - Los organizadores de un encierro de toros al más puro estilo español han acordado dejar de celebrar su acto en California para resolver una demanda interpuesta contra ellos por dos grupos animalistas que aseguraron que los animales estaban aterrados y estresados.
La compañía estadounidense Great Bull Run ha visto cómo participantes en pantalones cortos y pañuelos rojas corrían ante los astados, con un peso de hasta 680 kilogramos, en carriles cerrados, en avenidas de grandes áreas metropolitanas como Atlanta, Houston o las Ciudades Gemelas de Minnesota.
El único evento de la compañía en California se llevó a cabo el año pasado en Pleasanton, en el condado de Alameda, y un participante tuvo que ser hospitalizado cuando le alcanzó un toro.
El grupo animalista Peta (People for the Ethical Treatment of Animals) y el Fondo de Defensa Legal de los Animales presentaron el año pasado ante un tribunal federal una petición para prohibir el acto de California, argumentando que viola las leyes estatales que prohíben cualquier "fiesta taurina sin sangre" y el sufrimiento innecesario de los animales.
"El Gran Encierro es una desgracia, allá donde tenga lugar. Pero ya nunca volverá a estar en el estado de California, dijo el director ejecutivo del Fondo de Defensa Legal de los Animales, Stephen Wells, en un comunicado. "Seguiremos presionando para acabar con este ridículo espectáculo en todo el país", añadió.
El evento, que se ha celebrado en nueve ocasiones desde que comenzó en Estados Unidos en 2013, tendrá lugar este año en Chicago, según Rob Dickens, jefe de operaciones de The Great Bull Run, en un correo electrónico.
Dickens dijo que los grupos de defensa de los animales que habían demandado a su compañía no habían demostrado en los tribunales que la empresa estuviera abusando de los toros. 2015-03-11T135112Z_1007080001_LYNXMPEB2A0OX_RTROPTP_1_OESEN-ENCIERRO-CALIFORNIA-TOROS.JPG