Por Felipe Iturrieta
SANTIAGO DE CHILE, 5 jul (Reuters) - La "generación dorada" de la selección chilena de fútbol logró el sábado el triunfo más importante de su historia al conquistar la Copa América por primera vez superando 4-1 en los penaltis a Argentina tras un partido tenso y muy dinámico, que terminó sin goles y en el que faltó el nivel de juego que todos esperaban.
En un repleto Estadio Nacional de Santiago, en el que casi 50.000 hinchas se quedaron afónicos tras más de dos horas de sufrimiento, la 'roja' le puso un broche de oro a una gran campaña en la que ganó cinco de los seis partidos que jugó, arrasando por momentos y mostrando oficio cuando lo necesitó.
En los penaltis, el portero del Barcelona Claudio Bravo detuvo el remate de Ever Banega antes de que Alexis Sánchez definiera con un toque de calidad. El atacante del Arsenal inglés, que había jugado un torneo muy flojo, fue el encargado de definir la serie para la 'roja' con una genialidad.
"El propósito nuestro era ganar algo, sabíamos que este era el momento. Esta es una generación privilegiada, ahora toca disfrutarlo", dijo Bravo tras el partido. "No estamos acostumbrados a ganar absolutamente nada, esta es una excepción".
Matías Fernández, Arturo Vidal, Charles Aránguiz y Sánchez marcaron para Chile. Lionel Messi fue el único que anotó para Argentina, mientras que Gonzalo Higuaín remató desviado.
"Esto es algo muy lindo para todos los chilenos que lo necesitan. El pueblo chileno necesitaba triunfos, algo así, como la Copa America, y hoy dimos un paso increíble, somos los mejores de America", dijo Vidal tras el partido.
Chile comenzó dominando el balón con pases cortos en el mediocampo, pero cada vez que Argentina lo recuperaba llevaba peligro hasta la portería de Bravo con combinaciones entre Lionel Messi y Sergio Agüero, aunque sin suerte en último pase.
Las apariciones de Messi generaban angustia entre los hinchas chilenos que llenaron el Nacional para ver el partido entre los dos mejores equipos del torneo.
A los 11 minutos el equipo local llegó por primera vez. Un error en la salida de Sergio Romero dejó el balón franco a Sánchez, que sacó un disparo débil que luego fue rematado por Vidal, pero el guardameta argentino despejó hacia un costado.
Chile imponía su juego de toque mientras Argentina esperaba un error para aprovechar la rapidez de sus delanteros en el contragolpe. La 'roja' recuperó la posesión, haciendo que su rival no dominara el balón por primera vez en la Copa.
A los 20 avisó la albiceleste. Tras una falta botada desde la izquierda fue Agüero quien probó a Bravo, pero el portero chileno estuvo sólido ante un remate en el área pequeña.
La asfixiante presión de los locales obligó a que Argentina tuviera que devolver atrás el balón hasta Romero, que con los pies sacaba en largo hacia el centro del campo.
Ángel Di María inició a los 25 minutos un rápido contraataque que fue frenado por la defensa chilena, pero el extremo izquierdo sintió una molestia en una pierna y tuvo que salir del terreno de juego para ser sustituido por Ezequiel Lavezzi.
Las llegadas en el primer tiempo fueron pocas pero la zaga chilena estuvo obligada a frenar algunos envites argentinos con falta, lo que dejó con amarilla a tres de sus defensas.
Cerca del final del primer tiempo, Lavezzi sacó un potente remate tras una jugada por la izquierda de Javier Pastore, pero se encontró otra vez con Bravo.
MUCHA LUCHA Y MENOS JUEGO
En los primeros minutos de la segunda parte, Chile mantuvo la presión, pero le faltó precisión y acierto en los últimos metros.
El partido fue ganando en emotividad mientras los aficionados chilenos intentaban empujar al equipo y sobre el césped ninguno lograba imponerse con claridad.
Chile insistía con cambios de juego que encontraban libre por la derecha al lateral Mauricio Isla y a Sánchez, pero sus centros no encontraban un compañero disponible para rematar.
A 10 minutos del final del tiempo reglamentario, un pase filtrado de Aránguiz encontró solo a Sánchez en el área, que conectó de primeras y su tiro pasó cerca del palo derecho de Romero.
A los 85 Argentina casi deja sin respiración a los locales, cuando Lavezzi recibió un pase largo de Messi que definió ante la salida de Bravo, pero la jugada fue invalidada por fuera de juego. En el descuento, un contraataque liderado por Messi terminó con Higuaín rematando fuera desde un ángulo muy cerrado.
La angustia se extendió en la prórroga, con idas y venidas hasta las áreas pero sin lucidez de los delanteros, que mostraban cansancio.
Sánchez escapó de su marcador por la derecha a los 105 minutos, y tras pisar el área rival decidió chutar con la derecha, pero el balón se fue alto.
El segundo tiempo suplementario fue puro nervio y ganas de las dos partes, pero nada de juego asociativo.