Por Sharon Begley
NUEVA YORK (Reuters) - Un grupo de científicos que incluye a tres ganadores del Nobel de Medicina propuso que las autoridades de salud estadounidenses tracen un nuevo camino para desarrollar fármacos y vacunas contra el ébola utilizando anticuerpos producidos por los supervivientes del peor brote registrado hasta el momento.
La propuesta se basa en el uso de "suero de convaleciente", o la sangre de los supervivientes, que ha sido usado en al menos cuatro pacientes estadounidenses con ébola que luego se recuperaron del virus.
Está basada en el enfoque llamado inmunización pasiva, una técnica usada desde el siglo XIX para tratar enfermedades como la difteria pero que ha sido superada por la vacunación.
Los científicos proponen usar nueva genética y otras tecnologías para hallar cientos o miles de anticuerpos diferentes del ébola, determinar su fórmula genética, fabricarla en cantidades comerciales y combinarlas en un solo tratamiento semejante a los cócteles de medicamentos para tratar el VIH-sida.
Esto contrasta con el desarrollo actual de fármacos, que se enfoca en hallar una molécula, o un pequeño número, para vencer al virus del Ébola que ha causado la muerte de casi 5.000 personas en África Occidental e infectado a miles desde marzo.
Los ganadores del Nobel David Baltimore, experto en biología molecular del sistema inmunológico; James Watson, que codescubrió la estructura de doble hélice del ADN, y Jim Simons, que estableció el fondo Renaissance Technologies y fue un pionero en la revolución quant en Wall Street, figuran entre los defensores de esta idea.
Fue expuesta en una carta vista por Reuters.
La propuesta se envió a funcionarios del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, incluyendo la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés), a legisladores y a compañías biotecnológicas.
No han respondido, dijo el genetista Michael Wigler del Laboratorio Cold Spring Harbor, que participó en la redacción de la propuesta y reunió firmas para el mismo.
Quienes recibieron la carta no respondieron a las peticiones de Reuters de comentarios o dijeron que no tenían declaraciones que hacer.
Los científicos exhortaron al Gobierno sin ofrecer un desarrollo específico o plan de producción y no está claro si la idea ofrecerá un camino más rápido al éxito que los esfuerzos actuales.
"Las agencias del Gobierno, fabricantes comerciales y tal vez los filántropos" deben trabajar juntos para formar una infraestructura de investigación y desarrollo capaz de producir anticuerpos terapéuticos, dijo Wigler en una entrevista.
Aunque no hay pruebas de que la sangre de los supervivientes ayude en la supervivencia de pacientes con ébola, se sabe que los pacientes se recuperan cuando su propia sangre produce suficientes anticuerpos para frenar el virus.
VIEJO PROCESO
Los anticuerpos son proteínas producidas por el sistema inmune para luchar contra bacterias, virus y otros elementos invasores, desde resfriado al sarampión. Darle anticuerpos a una persona infectada podría ofrecer a los sistemas inmunológicos una ventaja en la batalla contra el ébola, según la teoría.
Si los anticuerpos en la sangre de los supervivientes son genéticamente secuenciados, brindarán una fórmula para tratamientos, que se podrá producir con tecnología ya utilizada para fabricar anticuerpos que apuntan al cáncer o la artritis reumatoide, dijeron los científicos.
"Costaría menos de un millón de dólares obtener la secuencia genética de los anticuerpos de la gente que se ha recuperado y entonces tendremos un inventario de cientos o incluso miles de anticuerpos", dijo Wigler.
El científico especuló que la idea no tuvo ímpetu antes porque los "académicos están entrenados para pasar por alto lo obvio". El enfoque sería difícil y "mucha gente en esta época y edad tiene temor al riesgo de fracasar", agregó.
Los expertos han sido cautos sobre la posibilidad de que cientos de anticuerpos contra el ébola evitarían o curarían infecciones.
Los estudios han mostrado que algunos anticuerpos que neutralizan el ébola en tubos de ensayo no protegen a animales de laboratorio infectados, dijo el doctor Thomas Geisbert de la Universidad Texas Medical Branch, quien está trabajando en vacunas contra el virus.
También cuestionó si le propuesta ahorraría tiempo, dada la necesidad de probar cualquier cóctel de anticuerpos tanto en animales de laboratorio como en voluntarios humanos.
Uno de los tratamientos experimentales más prometedores, ZMapp de Mapp Biopharmaceutical, consiste en tres anticuerpos diferentes producidos por ratones infectados con ébola. La investigación inicial fue publicada en el 2000, pero fue este verano cuando un estudio mostró que ZMapp curó a monos de laboratorio infectados con ébola.
Por Sharon Begley
NUEVA YORK (Reuters) - Un grupo de científicos que incluye a tres ganadores del Nobel de Medicina propuso que las autoridades de salud estadounidenses tracen un nuevo camino para desarrollar fármacos y vacunas contra el ébola utilizando anticuerpos producidos por los supervivientes del peor brote registrado hasta el momento.
La propuesta se basa en el uso de "suero de convaleciente", o la sangre de los supervivientes, que ha sido usado en al menos cuatro pacientes estadounidenses con ébola que luego se recuperaron del virus.
Está basada en el enfoque llamado inmunización pasiva, una técnica usada desde el siglo XIX para tratar enfermedades como la difteria pero que ha sido superada por la vacunación.
Los científicos proponen usar nueva genética y otras tecnologías para hallar cientos o miles de anticuerpos diferentes del ébola, determinar su fórmula genética, fabricarla en cantidades comerciales y combinarlas en un solo tratamiento semejante a los cócteles de medicamentos para tratar el VIH-sida.
Esto contrasta con el desarrollo actual de fármacos, que se enfoca en hallar una molécula, o un pequeño número, para vencer al virus del Ébola que ha causado la muerte de casi 5.000 personas en África Occidental e infectado a miles desde marzo.
Los ganadores del Nobel David Baltimore, experto en biología molecular del sistema inmunológico; James Watson, que codescubrió la estructura de doble hélice del ADN, y Jim Simons, que estableció el fondo Renaissance Technologies y fue un pionero en la revolución quant en Wall Street, figuran entre los defensores de esta idea.
Fue expuesta en una carta vista por Reuters.
La propuesta se envió a funcionarios del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, incluyendo la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés), a legisladores y a compañías biotecnológicas.
No han respondido, dijo el genetista Michael Wigler del Laboratorio Cold Spring Harbor, que participó en la redacción de la propuesta y reunió firmas para el mismo.
Quienes recibieron la carta no respondieron a las peticiones de Reuters de comentarios o dijeron que no tenían declaraciones que hacer.
Los científicos exhortaron al Gobierno sin ofrecer un desarrollo específico o plan de producción y no está claro si la idea ofrecerá un camino más rápido al éxito que los esfuerzos actuales.
"Las agencias del Gobierno, fabricantes comerciales y tal vez los filántropos" deben trabajar juntos para formar una infraestructura de investigación y desarrollo capaz de producir anticuerpos terapéuticos, dijo Wigler en una entrevista.
Aunque no hay pruebas de que la sangre de los supervivientes ayude en la supervivencia de pacientes con ébola, se sabe que los pacientes se recuperan cuando su propia sangre produce suficientes anticuerpos para frenar el virus.
VIEJO PROCESO
Los anticuerpos son proteínas producidas por el sistema inmune para luchar contra bacterias, virus y otros elementos invasores, desde resfriado al sarampión. Darle anticuerpos a una persona infectada podría ofrecer a los sistemas inmunológicos una ventaja en la batalla contra el ébola, según la teoría.
Si los anticuerpos en la sangre de los supervivientes son genéticamente secuenciados, brindarán una fórmula para tratamientos, que se podrá producir con tecnología ya utilizada para fabricar anticuerpos que apuntan al cáncer o la artritis reumatoide, dijeron los científicos.
"Costaría menos de un millón de dólares obtener la secuencia genética de los anticuerpos de la gente que se ha recuperado y entonces tendremos un inventario de cientos o incluso miles de anticuerpos", dijo Wigler.
El científico especuló que la idea no tuvo ímpetu antes porque los "académicos están entrenados para pasar por alto lo obvio". El enfoque sería difícil y "mucha gente en esta época y edad tiene temor al riesgo de fracasar", agregó.
Los expertos han sido cautos sobre la posibilidad de que cientos de anticuerpos contra el ébola evitarían o curarían infecciones.
Los estudios han mostrado que algunos anticuerpos que neutralizan el ébola en tubos de ensayo no protegen a animales de laboratorio infectados, dijo el doctor Thomas Geisbert de la Universidad Texas Medical Branch, quien está trabajando en vacunas contra el virus.
También cuestionó si le propuesta ahorraría tiempo, dada la necesidad de probar cualquier cóctel de anticuerpos tanto en animales de laboratorio como en voluntarios humanos.
Uno de los tratamientos experimentales más prometedores, ZMapp de Mapp Biopharmaceutical, consiste en tres anticuerpos diferentes producidos por ratones infectados con ébola. La investigación inicial fue publicada en el 2000, pero fue este verano cuando un estudio mostró que ZMapp curó a monos de laboratorio infectados con ébola.
GlaxoSmithKline Plc y Johnson & Johnson figuran entre las farmacéuticas que trabajan en vacunas contra el ébola. Ambas declinaron comentar sobre si la propuesta de anticuerpos sería efectiva contra la enfermedad.
Wigler reconoce que nadie de los que firmó la propuesta son expertos en ébola. Tampoco saben cuánto se tardaría en desarrollar una producción en cadena, obtener aprobación de los reguladores y probar los anticuerpos.
LECCIONES APRENDIDAS
Investigadores europeos planean por separado probar si el suero de los supervivientes al ébola puede curar pacientes desde este mes.
Pero depender de transfusiones de la sangre de los supervivientes es una tarea desalentadora en África Occidental, debido a la necesidad de controlarla por otras enfermedades y asegurar que los trabajadores de la salud no se expongan durante el proceso de recolección o inyección.
En comparación, "lleva un corto tiempo" producir incontables copias de genes de anticuerpos, dijo el biólogo molecular Michel Nussenzweig de la Universidad Rockefeller, y experto en el sistema inmunológico que no participó en la propuesta de los científicos.
"Cientos no es un problema, esto se automatizó", dijo. Sin embargo, cuestionó si serían necesarios cientos para combatir el ébola.
La respuesta de Wigler: el virus está mutando. Eso podría hacer fracasar un cóctel como ZMapp, dijo, pero es bastante poco probable que los blancos de cientos de anticuerpos muten todos.
Una diversidad de anticuerpos "imita las propias defensas del cuerpo y podría superar las mutaciones que puedan darse en el virus", agregó.
Múltiples anticuerpos es lo que funcionó contra el VIH, que causa el sida y, como el virus del ébola, muta rápidamente.
"Deberíamos asegurarnos de aprender del VIH para hacer el mejor intento contra el ébola", dijo Baltimore en la entrevista.