MADRID (Reuters) - La candidata del Partido Popular Cristina Cifuentes fue investida el miércoles presidenta de la Comunidad de Madrid, iniciándose una legislatura en la que por primera vez en 20 años su partido no cuenta con mayoría absoluta en la región.
La exdelegada del Gobierno en la capital asumió el cargo con el respaldo de su grupo y del centrista Ciudadanos, con el que alcanzó un acuerdo de investidura la semana pasada tras incorporar 76 medidas de regeneración y contra la corrupción.
Cifuentes, que obtuvo el apoyo de 65 diputados de los 129 de la cámara, dijo que continuará las políticas de sus predecesores del PP, tras marcar distancias en la jornada anterior con unos gobiernos antecesores en Madrid salpicados de casos de corrupción.
"Quiero que se corrijan errores (..), escuchar a los ciudadanos. Pero no hay una enmienda a la totalidad, los logros del Partido Popular son evidentes", dijo Cifuentes durante la segunda jornada del debate de investidura.
Entre las medidas que ha planteado para una región que empieza a dejar atrás la crisis económica, Cifuentes se ha comprometido a bajar impuestos y promover el empleo con varios planes dinamizadores centrados en turismo y nuevas tecnologías.
Con 48 escaños y lejos de la mayoría absoluta, la candidata dijo que quería que el diálogo fuera el protagonista en una cámara en la que están representados, además de Ciudadanos, el Partido Socialista Obrero Español y el partido antiausteridad Podemos.
Pese a que los 17 diputados de Ciudadanos votaron a favor de la investidura, su portavoz, Ignacio Aguado, recordó a Cifuentes que no era su socio de gobierno y reivindicó políticas sociales, al igual que hicieron los representantes de Podemos y PSOE.
"Estamos abiertos al debate constructivo dentro de la discrepancia, pero tienen que entender que tendrán que hacer las cosas de otro modo", dijo el portavoz socialista, Ángel Gabilondo, en su intervención.
Gabilondo y José Manuel López, portavoz de Podemos, reprocharon a la política del PP que hubiera centrado su discurso en la mejoría económica, olvidándose de las dificultades que siguen sufriendo las clases más desfavorecidas de la región.
"No midamos la mejora de la sociedad por el Producto Interior Bruto, hay que mirar también si se modifica la desigualdad (..) si no, no hay estabilidad social", añadió Gabilondo, exministro de Educación.