Por Ian Ransom
MELBOURNE, 26 ene (Reuters) - Danielle Collins sufrió mucho hace un año, pero ahora la estadounidense confía en que su mejor tenis está por delante para intentar abrirse camino en el Abierto de Australia.
Collins puso fin el miércoles a la carrera de ensueño de Alize Cornet con una victoria por 7-5 y 6-1, alcanzando así su segunda semifinal en Melbourne Park, tres años después de la primera.
La jugadora de 28 años se enfrentará a la séptima cabeza de serie, Iga Swiatek, campeona del Abierto de Francia en 2020, por un puesto en su primera final de Grand Slam. Es la segunda estadounidense en llegar a las semifinales, ya que Madison Keys se enfrentará el jueves a la primera cabeza de serie, Ash Barty.
La exjugadora de la Universidad de Virginia, Collins, pasó el año pasado por un mal momento al sufrir fuertes dolores abdominales y de espalda durante sus periodos, que afectaron a su capacidad para entrenar y jugar.
Esto le llevó a que se le diagnosticara endometriosis, que se produce cuando un tejido similar al revestimiento del útero crece en otros lugares, normalmente dentro de la cavidad pélvica.
Collins se operó el pasado mes de abril y ha recorrido un largo camino de vuelta hasta llegar a su primera semifinal de Grand Slam desde 2019 en Melbourne.
"Cuando estás lidiando con ese tipo de dolor físico múltiples semanas de cada mes, no te estás poniendo en una posición para poder rendir consistentemente y estar en tu mejor momento ya sea como atleta o como persona", dijo a los periodistas.
"Creo que ciertamente me siento mucho más libre por el hecho de no tener que lidiar con los síntomas con los que solía lidiar, por no ser un problema continuo con el que me enfrento a diario".
El estado de forma de Collins se puso de manifiesto durante el sofocante partido matutino en la Rod Laver Arena, en el que la 27ª cabeza de serie aumentó la agresividad para sacar a Cornet de la pista en el segundo set.
(Reporte de Ian Ransom en Melbourne; edición de Peter Rutherford; traducido por Tomás Cobos)