LONDRES, 17 feb (Reuters) - Un hombre que pasó información altamente confidencial al Estado ruso mientras trabajaba como guardia de seguridad en la embajada británica en Berlín fue condenado el viernes a 13 años y dos meses de cárcel en un tribunal de Londres.
David Ballantyne Smith, de 58 años, recopiló información confidencial durante más de tres años, incluidas comunicaciones gubernamentales "secretas" con el entonces primer ministro Boris Johnson y otros documentos secretos.
El juez Mark Wall dijo que los cargos por los que Smith fue condenado implicaban su conducta entre 2020 y 2021, pero que sus "actividades subversivas habían comenzado dos años antes".
Smith aceptó haber enviado dos cartas con información confidencial a personas de la embajada rusa en Berlín. Sin embargo, Wall añadió: "Estoy seguro de que, en algún momento de 2020, usted estableció contacto regular con alguien de la embajada rusa".
"Los rusos le pagaron por su traición", dijo el juez a Smith.
Smith se declaró culpable en noviembre de ocho delitos en virtud de la Ley de Secretos Oficiales, incluido un cargo relacionado con la transmisión de información al general mayor Serguéi Chukhrov, agregado militar ruso en Berlín, en noviembre de 2020.
Los otros siete cargos se refieren a la recopilación de información que podría ser útil para Rusia, cuatro de ellos relacionados con un agente del MI5 que se hizo pasar por "Dmitri", un ciudadano ruso que supuestamente estaba prestando asistencia a Reino Unido.
A principios de esta semana, Smith declaró ante el tribunal que estaba "asqueado de mí mismo y avergonzado de lo que he hecho" y que había empezado a recopilar información confidencial durante una disputa con colegas y mientras sufría depresión.
Dijo que había filmado los documentos después de beber "siete pintas de cerveza", añadiendo: "Me pareció una buena idea en ese momento". No obstante, afirmó que no pasó los documentos a nadie porque "sería perjudicar a sabiendas al Reino Unido".
Pero el juez rechazó las pruebas de Smith de que sentía remordimientos, diciendo: "Sus remordimientos no son más que autocompasión".
(Reporte de Sam Tobin, Edición de Kylie MacLellan, editado en español por José Muñoz en la redacción de Gdańsk)