ERBIL, Irak (Reuters) - Cuatro trabajadores humanitarios iraquíes y al menos siete civiles perdieron la vida por el fuego de mortero disparado de manera indiscriminada durante la distribución de ayuda en dos incidentes separados en el este de Mosul, dijo el jueves Naciones Unidas.
El comunicado de la ONU no indicaba quién fue el responsable del ataque, pero los militantes del Estado Islámico, que están en retirada por la ofensiva militar iraquí en esta ciudad del norte del país, han bombardeado repetidamente las áreas "liberadas", matando o hiriendo a muchos residentes que huían en la dirección opuesta.
La operación en Mosul, el último gran bastión de los yihadistas en Irak, ha logrado arrebatarles un cuarto de la ciudad, pero el avance de las tropas ha sido lento y costoso. La campaña apoyada por Estados Unidos suma unos 100.000 combatientes y se ha convertido en la más grande en el país desde la invasión encabezada por EEUU en 2003 que derrocó a Sadam Husein.
Lise Grande, la coordinadora humanitaria de la ONU para Irak, condenó los ataques como una violación de los principios humanitarios.
"Las personas que están a la espera de ayuda ya son vulnerables y necesitan asistencia. Deberían ser protegidas, no atacadas", dijo. "Todas las partes del conflicto -todas las partes- tienen la obligación de respetar la ley humanitaria internacional y garantizar que los civiles sobrevivan y reciban la asistencia que necesitan".
Las autoridades no publican cifras de las víctimas civiles o militares, pero responsables médicos han dicho que decenas de personas son heridas a diario en la batalla de Mosul.