Por Nelson Acosta
LA HABANA (Reuters) - Cuba puso en vigor el lunes reglas más estrictas sobre los artículos de consumo que pueden introducir en el país los viajeros y aumentó sus aranceles, en un ajuste en las regulaciones que irritó a ciudadanos acostumbrados a contrarrestar la escasez crónica de productos en la isla con compras en el exterior.
Las nuevas regulaciones aduaneras buscan frenar el mercado negro de bienes de consumo difíciles de encontrar en las tiendas estatales, que tienen elevados impuestos, están desabastecidas y sus artículos carecen de la calidad requerida.
Pero también amenazan con generar un aumento de los costes y dificultades para los propietarios de pequeños negocios en la isla como tiendas, bares, restaurantes, cafeterías y salones de belleza, que dependen básicamente de los productos que los viajeros traen al país en sus equipajes.
"Esa nueva ley no está bien. Ahora estaremos más limitados en los precios y las cantidades de los productos", dijo José Díaz Concepción, un cubano residente en la occidental provincia de Pinar del Río que visitó Miami.
"Ir a Miami y traer una bobería ahora es ridículo. ¡Cómo va a ser eso caballero!", agregó indignado.
Allí, en Miami, es evidente la demanda de productos con destino Cuba, que vive desde hace más de medio siglo bajo un embargo económico de Estados Unidos.
En el aeropuerto de Miami los cubanos-estadounidenses hacen filas para abordar los vuelos chárteres a La Habana, cargando desde televisores de pantalla plana hasta neumáticos de bicicletas y autos, pasando por textiles que escasean en Cuba.
"Esta es una regla, imagínate, mala. No está bien vista para nadie", dijo Silvio Madero, un cubano-estadounidense de Homestead, Florida, que ha visitado a su familia en Cuba seis veces en los últimos cuatro años para llevar regalos y artículos necesarios.
"Se debe dejar que entre aquí toda la mercancía para ayudar a la familia y los amigos", agregó en el aeropuerto de La Habana.
Con las nuevas restricciones, por ejemplo, el arancel para meter en el país un televisor de pantalla plana de 32 pulgadas sube de 150 dólares a 250 dólares. Para los televisores de entre 32 y 42 pulgadas el arancel será de 400 dólares y los que superen las 42 pulgadas serán gravados con 500 dólares.
El presidente cubano Raúl Castro se ha embarcado en una serie de reformas económicas en busca de poner al día a una economía de estilo soviético y atraer inversiones.
Bajo las nuevas reformas, los cubanos pueden operar pequeños restaurantes privados (paladares), salones de belleza, renta de habitaciones, cafeterías y servicios de transporte.
Pero el Gobierno no ha garantizado un mercado mayorista y ha orillado a pequeños empresarios privados a importar mercancías a través de los viajeros o comprar en las tiendas estatales, donde abonan elevados precios destinados al comercio minorista.
Muchas de las medidas del Gobierno han sido criticadas, como la limitación para la venta de ropa que provocó el cierre de tiendas o la prohibición de los cines 3D el año pasado. Otras fueron acogidas con satisfacción, como la liberación de la compraventa de autos cero kilómetro en la isla, aunque los precios fijados fueron tan elevados que desilusionaron a muchos.